Lorenzo gana y el Mundial arranca de nuevo en Le Mans
El balear dominó de principio a fin en Moto GP, con Rossi y Maverick completando el podio. Márquez se cayó, pero al final entró 13º y sumó tres puntos en el GP de Francia en Le Mans.
Hubo dos carreras en Le Mans, la de Lorenzo camino de la victoria de principio a fin y la que hubo a sus espaldas, plagada de caídas y de guerra de guerrillas en la que Rossi se salvó con un buen segundo puesto y Maverick se estrenó en el podio con la tercera plaza.
Lorenzo domina en MotoGP
Podría calificarse de arrase la actuación del campeón en Francia, donde ya acumula cinco victorias en MotoGP antes de ir a Mugello, donde ha vencido cuatro de las últimas cinco veces que allí corrió. Sólo Iannone osó intentar seguir su estela en las primeras vueltas, pero se fue rápido al suelo tras perder la rueda delantera, algo que se vio luego más veces y que trajo los lamentos en el box de Ducati, señalando al Michelin delantero de sus problemas. Y es que Dovizioso también se fue al suelo así, en una caída extraña, porque Márquez, que iba tras él, se cayó también en una sincronización increíble con el italiano.
Ambos iban detrás ya de Rossi, que se enredó mucho en los primeros compases de carrera con los Espargaró y Smith, pero que cuando se deshizo de ellos llegó hasta la segunda plaza con solvencia, con mucho más ritmo. Para entonces ya estaba lejos de su compañero Lorenzo, que acabó cruzando la meta con diez segundos de renta, y satisfechos ambos con el botín.
Pese a la caída, Marc pudo reemprender la marcha y pescar tres puntitos con su decimotercera plaza final que podrían valer su peso en oro en noviembre. Eso sí, antes deberán solucionar en Honda la clamorosa desventaja que tienen sus pilotos oficiales en las aceleraciones. Como dice Pedrosa, no es por falta de caballos sino por falta de agarre. Por cierto, Dani, que acabó cuarto, también dijo: “No he firmado con Yamaha, ni con Honda”. Este cuarto puesto le dejó algo más satisfecho al catalán que el tercero de Argentina, porque aquí se veía con más ritmo y llegó a soñar con dar caza a Maverick, aunque al final acabó a cuatro segundos del tercero.
Esa última plaza del podio fue merecidamente para Mack, lo que supuso su estreno en el cajón de MotoGP precisamente en el mismo circuito en el que ganó su primera carrera, hace cinco años. Se celebró como una victoria en el box de Suzuki, porque no se veían en una de estas desde Brno 08, con el tercero de Capirossi. Eso sí, tanto el piloto como la fábrica tienen claro que este resultado no será determinante para la decisión sobre el futuro del catalán, que está ya tomada y que comunicará en breve.
Como decíamos, fueron ocho caídas en total, además de las ya contadas de los Andrea y Márquez, también se vieron las de Hernández, Crutchlow, Rabat, Miller y Smith, todo un carrusel de caídas del que Lorenzo se enteró después, ya instalado como líder de la general, con cinco puntos de ventaja sobre Márquez y doce sobre Rossi, que a sus 37 años sigue hablando, con toda la legitimidad del mundo, de sus opciones de título.