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F1 | GP DE CHINA

Rosberg se impone en China, Sainz acaba 9º y Alonso 12º

El alemán dominó una carrera con muchos adelantamientos marcada por un safety car en las primeras vueltas. Hamilton finalizó séptimo.

Shanghai
Nico Rosberg celebra su triunfo en el GP de China escoltado por Kvyat y Vettel.
Nico Rosberg celebra su triunfo en el GP de China escoltado por Kvyat y Vettel.ALY SONGREUTERS

Sucede en las catástrofes. Siempre hay un edificio que sigue en pie en el terremoto, un rascacielos que sobrevive al huracán como si fuera parte de la naturaleza. Y eso ocurrió en el increíble circuito de Shanghái. En el caos, Nico Rosberg. Mientras por detrás había ochenta y mil adelantamientos, que dirían mis niñas, el alemán pilotaba tranquilo, como un reloj suizo, vuelta a vuelta, cuando salía el coche de seguridad el muchacho de padre finlandés y madre alemana que vive entre Mónaco e Ibiza solo veía el asfalto por delante y ya casi al final alguno de los coches a los que dobló.

En el lugar donde comenzó su relación con la victoria en el año 2012 ha dado un paso importante para establecerse de manera definitiva como futuro campeón del mundo. Esto acaba de empezar apenas, pero esta vez sí Nico tiene pinta de campeón, al menos está comenzando a hacerse el boceto.

Y es que, a partir de ahora, nadie que no haya sido campeón del mundo ha ganado tantas carreras como Nico Rosberg. Ya lleva 17,  una más que Stirling Moss, las últimas seis de manera consecutiva y lleva tres de tres esta temporada: Australia, Bahrain y China.

Tampoco en el podio le inquietaron a Rosberg, en ese momento en el que el cabreo de Vettel intentaba romperle la sonrisa a Daniil Kvyat, que al final casi le manda a su pueblo al germano. El ruso estaba en el podio y fue uno de los pilotos de la jornada. Al final palmada del piloto de Red Bull al que fuera su espejo, ahora de rojo. Vale, que sí… le venía a decir Kvyat. Se refería Seb a lo que pasó en la salida, el primer estruendo de una carrera con mucho ruido. El Ferrari de Vettel toca a su compañero Kimi Raikkonen y ambos se quedan atrás, por detrás venía intentando adelantar el ruso, como es lógico. Y eso no le gustó al tetracampeón. Esa salida fue impresionante para algunos como Carlos Sainz que se puso cuarto, pero en la segunda vuelta bajó al sexto. Y ese fue el único susto para Rosberg porque se puso líder Daniel Ricciardo de manera sorprendente y pleno de talento.

Por detrás, en el primer intento de remontada Hamilton se tocó con un Sauber y a boxes, la primera de sus cinco paradas y a pesar de todo terminó séptimo adelantando quince posiciones. Se esperaba exhibición del campeón del mundo y casi llegó. Genio siempre. En cuanto a los McLaren, Button era octavo y Alonso, tras una mala salida, decimotercero, lejos de la cabeza que entonces era de Ricciardo hasta que un trozo de fibra de carbono le dejó sin neumático derecho trasero en la tercera vuelta. Una pena. Y coche de seguridad.

Ahí vimos situaciones como un adelantamiento doble de Vettel en la entrada del pit pasándose la línea como si no existiera, pero la sanción fue para Hulkenberg por ir demasiado lento. Política. F-1, en estado puro que diría aquel.

Son pocos los que no entran en boxes entonces, ni Alonso, ni el líder Rosberg, el español llega a estar cuarto, pero sale decimoséptimo después y le pasan Kyvat, Vettel, Checo y Bottas con facilidad. El McLaren sigue con el motor Honda de juguete a veces. Aunque en el juego de estrategias el otro coche inglés llegó a ser cuarto también. Pero Jenson Button al final terminó por detrás del español y ambos cerca de los puntos: duodécimo y decimotercero. El astur salió en su penúltima parada a 16 segundos de su compañero, pero hizo un stint muy bueno con los medios al fin cogiendo ritmo y eso le valió para pasarle finalmente.

Algo que no pudo hacer Sainz con su compañero Verstappen, octavo y noveno al acabar la carrera. Pero el madrileño sí terminó con una gran pasada a Bottas y su Williams. Ritmo y valentía final. En Rusia más. Y esperemos que mejor. Mucho mejor.