Fernando Alonso, 119 vueltas con un McLaren en construcción

Cielo gris en Barcelona, algo de frío y el sol filtrándose aún tímido a lo lejos cuando Fernando Alonso, poco antes de las nueve de la mañana caminaba desde la caseta de McLaren al box de su equipo. Unos minutos después ya estaba a los mandos de su nuevo coche, el MP4-31, un bólido en el que tiene puestas todas sus esperanzas de regresar al lugar que le pertenece esta temporada. El español fue el primero en salir. Ganas.

Durante la primera hora, el asturiano se limitó a encontrarse con el coche, un año y un día después del peor accidente de su carrera. Entonces Fernando aún estaba en la UCI del Hospital General de Catalunya después del choque contra los muros del trazado catalán.

Ahora todo es distinto, mucho mejor. Alonso completó en su primera hora diez vueltas a ritmo tranquilo, comenzando a poner en marcha el monoplaza y ajustando la unidad de potencia. Después, la mañana se desarrolló sin problemas para el asturiano, que, aunque no pudo marcar tiempos realmente competitivos llegó las 71 vueltas al parón del mediodía. Con la tarde siguió con su programa, aún mejor de lo esperado, y acabó con un total de 199 vueltas a Montmeló. Según ingenieros de McLaren consultado por AS la intención era solo rodar y rodar, sin buscar tiempos en ningún momento. Terminó noveno a 3,2 segundos, tiempo con gomas medias por los ultrablandos de los mejores. En cualquier caso, aún queda mucho trabajo por hacer en McLaren Honda.

En la parte de arriba el más rápido volvió a ser Sebastian Vettel con el Ferrari que montó los nuevos ultrablandos de Pirelli por delante de Daniel Ricciardo y su Red Bull. Nico Rosberg fue el que más rodó, 172 vueltas con el Mercedes y un ritmo demoledor.

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