Al-Attiyah gana, Sainz aprieta y Loeb sufre un vuelco

Es ver la arena y a Nasser Al-Attiyah se le dispara la sonrisa. Todavía más. Ha bastado la primera etapa con cierto acento a puro Dakar para que el qatarí, que defiende título, firme su primera victoria de etapa y demuestre que el Mini no está dispuesto a que la carrera sea un monólogo de Peugeot. Nasser ha aventajado en 12 segundos a Carlos Sainz, que ha dado otro mordisco a la desventaja que tenía con respecto a sus compañeros/rivales en la marca francesa. Le ha recortado apenas 19 segundos a Stéphane Peterhansel, mientras que en el caso de Sébastien Loeb, su periplo por el presente Dakar ha tocado a su fin: el francés ha sufrido un vuelco a once kilómetros del final de la especial y el 2008 DKR ha quedado destrozado. Tanto Seb como su copiloto, Daniel Elena, están bien.

Hubo un tiempo en que alguno llamaba a Peterhansel 'Mr. Pinchazo' por su facilidad para el reventón, aunque tratar de buscarle peros al francés resulte poco menos que atrevido. Hoy, un pinchazo en la primera parte de la especial le complicó la vida a Stéphane, que no sólo perdió tiempo en el cambio de rueda sino que a partir de ahí le tocó cubrir kilómetros y kilómetros tras el polvo de Mikko Hirvonen. Mientras, Al-Attiyah, estaba en su salsa, en esa arena en la que baila a lo Fred Astaire. Parece tan fácil viéndole a él, pero...

Quien mejor se adaptó a ese escenario de etapa fue Sainz, que gestionó ejemplarmente la etapa y poco a poco fue recortando tiempo al qatarí. ¿Y Loeb? El nueve veces campeón del mundo pagó el peaje de su debut en el Dakar, el precio lógico, tanto para él como para su copiloto, Daniel Elena. Fueron presa de las dunas y al paso por el WP6 ya cedían 6:15 respecto a quien por entonces lideraba la hoja de tiempos, que no era otro que Al-Attiyah. Finalmente, el aparatoso accidente sufrido en último sprint de la especial le deja fuera de la lucha por el título.

Pero Sainz apretó al final, consciente de que eso podía darle una nueva victoria de etapa que ponga orden a la general. En el WP9, el madrileño conseguía adelantar a Al-Attiyah, aunque finalmente vio cómo el triunfo de etapa se le escapaba por doce segundos. Mientras que Peterhansel, el rey del Dakar hasta que alguien demuestre lo contrario, recortaba sustancialmente su desventaja hasta llegar a meta con sólo 19 segundos cedidos respecto a Sainz y 31 en relación a Al-Attiyah. El qatarí feliz, con su habitual sonrisa multiplicada por dos. Ha sido llegar la arena y recuperar el apetito.

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