NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Fórmula 1 | Gp de Singapur

Fernando Alonso es un habitual del podio en Singapur

El asturiano vuelve a Marina Bay, circuito en el que ha subido al ‘cajón’ en cuatro de cinco carreras, con dos victorias, una con escándalo en 2008 y otra brillante en 2010.

Actualizado a
EL MÁS RECIENTE. Alonso acabó en segunda posición la carrera del pasado año, sólo superado por Sebastian Vettel.
Reuters

Marina Bay. Circuito de sueños. De espectáculo. De escándalo. De pesadilla. Todo puede ocurrir en la noche de Singapur. Porque en eso es el más peculiar. Allí llega otro año más la F-1 para encender las luces de septiembre. Los focos iluminan al garaje de la estrella, con Rosberg y Hamilton disputándose el título en la que será otra batalla en la guerra. Alejado de la iluminación está Ricciardo. No se dejen embelesar por su sonrisa, Red Bull promete mejoras para este gran premio.

Y en la oscuridad aparece Alonso. Para el asturiano Singapur ha sido, digamos, especial. Todo comenzó en el año de su vuelta a Renault en 2008. Contra todo pronóstico, logró la victoria en el estreno de Marina Bay. La situación fue peculiar. El español partía decimoquinto. En la vuelta 13, su compañero Nelson Piquet Jr. se estrella contra el muro en la curva 17. El asturiano se pone primero tras la salida del coche de seguridad y logra la victoria. El brasileño contó que el incidente había sido causa de un error. En medio de una temporada mediocre, Alonso encontraba una alegría. Sueño que se truncó en pesadilla al año siguiente.

El resentimiento pudo con Nelsinho. Renault le retiró del equipo en Hungría 2009 y éste se tomó la revancha por su mano. Alegó que recibió órdenes de provocar el accidente para así mejorar la situación de Alonso y la FIA comenzó la investigación. Como el rosario de la aurora. Renault anunció que tanto su director técnico, Pat Symonds, como su team principal, Briatore, abandonaban el equipo. El italiano fue expulsado de la F-1 de por vida (y luego readmitido) y el británico, durante cinco años. Todo ello sucedió, otra vez, en septiembre. En la semana del GP de Singapur. En su último año con Renault, Alonso hizo un podio que también se alejaba de toda lógica. Sin controversia. Con sus manos y un monoplaza mediocre. Se avecinaban tiempos mejores.

En 2010 empezó el matrimonio Alonso-Ferrari. Ése que quizá ahora este más viciado por una rutina en la que no llegan las victorias. Pero eso es otra historia. La vida de Alonso desde el GP de Singapur de 2008 al de 2010 cambió drásticamente. Con algo en común: la victoria. Esta vez sentó cátedra. Sin escándalos. Por fin un sueño real. Compitió con un coche que, una vez más, no era el mejor de la parrilla. Red Bull dominaba. El asturiano respondió con pole, victoria, vuelta rápida y carrera liderada de principio a fin. El llamado ‘Grand Chelem’. No fue fácil. El alerón delantero de Vettel respiró tras él casi toda la prueba. El calor, la proximidad de los muros, las casi dos horas de carrera… Asfixiante. Y sin duda, gratificante.

Lejos queda aquella victoria. En los años venideros ondeó en Singapur la bandera de Red Bull y Alemania. Vettel logró la victoria en 2011, 2012 y 2013. Y el español logró un tercero, cuarto y segundo puesto, respectivamente. A los datos se vuelve a agarrar la pareja Alonso-Ferrari, que busca una victoria o podio para salir del bache en este 2014. El peor puesto del asturiano en Singapur fue el cuarto en 2012. Lo demás, siempre en el podio. Las rectas de Monza hacían casi imposible soñar con podio o victoria. Un trazado urbano, algo más revirado como Marina Bay, hace posible creer en los milagros. En el circuito de las luces y las sombras. En la búsqueda del sueño en una noche de verano.