MUNDIAL RALLYS

Jari-Matti Latvala recupera el honor de todo un país

En la prueba de Finlandia se jugaba más que una victoria porque la hegemonía de los nórdicos en la especialidad está seriamente amenazada por los franceses.

Actualizado a
Spanish_feed

Todo un país pendiente de un rally. Miles a pie de tramo, otros a través del teléfono móvil, la radio, Internet y la televisión. El caso es que una mayoría de los cinco millones y medio de finlandeses estuvieron en vilo la mañana de ayer, viviendo en directo el trepidante desenlace de la manga mundialista que se disputaba en su territorio. Algo que sólo puede ocurrir en Finlandia, donde la especialidad de los tramos cronometrados es el deporte nacional.

Y es que se jugaban mucho más que la victoria. El trepidante duelo entre Jari-Matti Latvala y Sebastien Ogier tenía como trasfondo la defensa del honor del imperio finlandés en los rallys frente a la potencia emergente, Francia, que les pisa los talones. Los galos llevaban tres años imponiéndose a los antes todopoderosos finlandeses en su país, pero Latvala devolvió a los suyos el honor arrebatado por Loeb y Ogier. Dos hombres que han colocado a Francia a sólo cinco triunfos de Finlandia en la clasificación histórica de victorias en pruebas del Mundial y a dos títulos en el de campeonatos.

Tal era el dominio de los finlandeses en su país que en los primeros cuarenta años del antes llamado Rally 1000 Lagos sólo habían cedido tres victorias a sus vecinos suecos. Por eso fue todo un cisma cuando, en 1990, Carlos Sainz lograba el triunfo, acabando con la hegemonía nórdica. Algo que después sólo conseguían tres franceses: Didier Auriol en 1992, Loeb, en 2008, 2011 y 2012 y Ogier el pasado año. Era, pues, casi cuestión de estado acabar con esos tres años de sequía.

Lo más visto

Más noticias