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RAIDS

Joan Lascorz vuelve a ser feliz disfrutando de la velocidad

"Es una lección de vida", dice Guim Roda sobre el expiloto de SBK, tetrapléjico desde 2012 y que ha reaparecido en la Baja Aragón al volante de un Mercedes.

Madrid
Joan Lascorz y Raúl Guzmán, en la Baja Aragón

Pocas veces uno puede sentirse más orgulloso de "ser amigo de" de lo que estos días lo es Guim Roda de Joan Lascorz. Mucho más que eso. Por eso el propio Roda, team manager del Kawasaki Racing Team que compite en el Mundial de Superbike, ha querido gritar a los cuatro vientos la gesta de su amigo y hasta hace unos meses su piloto, Joan, protagonista mayúsculo de la Baja Aragón que se ha disputado durante el fin de semana.

El 2 de abril de 2012, Lascorz sufrió un terrible accidente en el Circuito de Ímola durante unos entrenamientos privados organizados por FG Sport, antiguo promotor del Mundial de Superbike. Fue un antes y un después en su carrera, un antes y un después en su vida. Joan chocó contra un muro y se lesionó la vértebra a la altura C5/C6, lo que le produjo una tetraplejia sin movilidad de pecho para abajo y sin movilidad en la manos.

Competidor nato, consciente de que aquel accidente de Ímola no bastaba para derrotar a un campeón, Joan se propuso hace una semanas competir en la Baja Aragón 2014, un referente en el mundo de los raids. Y este fin de semana cumplió el sueño al volante de un Mercedes ML 320 de 1999 comprado en Francia junto a Miguel, un amigo suyo de la Fundación Step by Step para lesionados medulares. Ha sido una ventura contrarreloj. Hace tan sólo seis semanas, el deseo empezaba a tomar forma y lo que en principio se antojaba como un simple entretenimiento, el rodar y rodar por los caminos de Maçanet de la Selva, se tradujo en la inscripción para la Baja Aragón.

Lo cuenta mejor que nadie el propio Guim Roda: "Le propuso a Raúl Guzmán, su mecánico desde el año 2005, que hiciera de copiloto y además de eso, se encargó junto a su cuñado de adecuar el coche, con infinidad de problemas, para poder homologarlo para correr. Joan, que cada dos días a la semana va a la Fundación Step by Step en Barcelona, para fortalecer su musculatura ya débil, se lo organizó para ir cada día a prepararse durante estas seis semanas. Y tal cual, con una voluntad de hierro, y representando a la 17 Foundation, una nueva fundación en vías de creación para acercar a los lesionados medulares al ámbito rural y a actividades de aventura, de la cual Joan Lascorz es embajador, se presentó el pasado jueves a las verificaciones de la Baja Aragón".

Roda lo relata como si contara un cuento. Como si fuera fácil hacer lo imposible. El coche pasó las verificaciones y Joan, a quien sólo dos días antes le habían homologado la licencia en unas pruebas en el Circuito de Catalunya, también superó la prueba. Luego llegó lo que el libro de ruta y las clasificaciones dicen: el prólogo de 10 kilómetros del viernes, la etapa del sábado, en la que estuvo más de ocho horas dentro del coche, y la del domingo, absolutamente maratoniana: arrancó a las 8:30 de la mañana y llegó a meta a las 18:00 de la tarde. Los datos no admiten duda: finalizó 16º en la general y 8º de la Copa España de un total de 18 participantes. “Con un buen coche, yo creo que puedo ir muy rápido de verdad…”, dijo tras la prueba el propio Lascorz.

"Es toda una lección de lucha, vida, voluntad por la competición y por romper la mítica frase… 'Eso no es posible…'. Espero que esta hazaña sirva para dar fuerzas a todos los lesionados medulares para romper las barreras psicológicas del 'no se puede…”, comenta Roda, quien fuera manager de Lascorz cuando éste era feliz sobre una moto. Su amigo. Que ahora lo ve ser feliz en un coche. El propio Roda que al contar lo orgulloso que estaba de la aventura de Lascorz nos decía: "Te robo cinco minutos de tu tiempo para contarte una aventura verdadera". Eso no es un robo, Guim, es un regalo. El de tu amigo Joan. Deporte puro.