GP DE ITALIA
Marco Simoncelli ha sido nombrado 'Leyenda de MotoGP'
El italiano, fallecido en el GP de Malaisia de 2011, ha recibido este reconocimiento póstumo en un acto celebrado en el circuito de Mugello.
Emotivo evento en la sala de prensa de Mugello para hacer oficial el nombramiento de Marco Simoncelli como Piloto leyenda de MotoGP, un título que a ojos de la inmensa mayoría de los aficionados a las motos ya poseía y que brillaba en sus corazones. Paolo Simoncelli, padre del añorado Marco, ha recibido la medalla que condecora a título póstumo a su hijo y con sus propias manos ha colocado la foto en un muro de campeones en el que había veinte hasta la llegada de Sic, que se convierte en el veintiuno.
Carmelo Ezpeleta, máximo responsable de Dorna, ha abierto el acto con unas sinceras palabras: “Para mí hoy es un día de alegría, porque estamos nombrado a Marco como leyenda de MotoGP por lo que él ha representado en el motociclismo mundial. Su personalidad, sus prestaciones, su forma de vida han hecho que el motociclismo sea diferente después de su paso por el Mundial. Es por eso que hoy, junto a su familia, le nombramos MotoGP Legend, porque verdaderamente ha sido una leyenda y merece estar junto a otros que han hecho que el Mundial sea hoy lo que es. Estamos muy felices”.
A continuación, llegó el turno de palabra para Paolo que, con lágrimas contenidas en los ojos, pudo decir antes de llorar emocionado: “Es difícil hablar en estos momentos. Me da mucho placer estar aquí y estoy convencido de que a Marco habría sido una leyenda con el paso del tiempo, porque era un gran personaje. Estoy convencido de que él estará contento con este reconocimiento, también por el hecho de que ningún otro piloto pueda correr con el dorsal 58 en MotoGP. Él amaba ese número, su número…”.
Los aplausos arroparon su pausa y ya no hizo falta que dijera más, porque con su rostro emocionado lo decía todo. Eso sí, fue bonito oírle decir: “La Fundación Simoncelli sigue adelante, ayudando a los más desfavorecidos y hemos creado aparte, con ayuda de los patrocinadores que tenía Marco, un equipo de chavales con la esperanza de que alguno pueda llegar algún día al Mundial”. A poco que esos chavales se parezcan a Cicchio, como llamaba a Sic su amigo Schwantz, seguro que será bueno.