Motociclismo | GP de Italia

Lorenzo ya resucitó en Mugello

Rehizo allí su carrera en 2006, cuando a punto estuvo de irse al traste, y ha ganado los tres últimos años. Diez de las doce carreras de MotoGP en Mugello las ganó una M1.

La clasificación general de MotoGP, después de las cinco primeras carreras, muestra que entre Lorenzo, que marcha quinto, y Márquez, hay 80 puntos de diferencia. Ver para creer, porque el mallorquín nunca había llegado tan mal clasifi cado a la sexta cita de la temporada. Ni siquiera iba tan mal a esas alturas de campeonato en 2008, año de su debut en la clase reina. Entonces, como ahora, el sexto gran premio del curso era el de Italia, en el bello circuito de Mugello, pero le iba mucho mejor siendo el segundo de la tabla y la sensación del momento que la sombra de sí mismo en la que se ha convertido...

Por fortuna para el mallorquín, si hay un circuito en el que puede recuperar la pegada que le caracteriza ése es precisamente el de este domingo: Mugello. Yamaha ha vencido diez de las doce pruebas de MotoGP allí disputadas, firmando Jorge las victorias de los tres últimos años, siendo segundo otras dos veces y, lo más importante, habiendo resucitado deportivamente una vez en esta pista. Sucedió cuando militaba en 250cc. Tenía 19 años y su prometedora carrera corría el riesgo de irse al traste cuando aún no había conquistado ninguno de los cuatro títulos que hoy le contemplan.

La historia es conocida: ya sin Pedrosa ni Stoner en el cuarto de litro, Lorenzo era el máximo favorito y su gran comienzo en Jerez y Losail, con sendas victorias, se vio truncado con una serie de tres malas carreras que supusieron un terremoto para él y su entorno. Primero le tiró Shuhei Aoyama en Turquía, luego sólo pudo ser cuarto en China, donde además ganó su compañero de box (Barberá) y en Francia se cayó. Esa racha negativa le hizo cambiar su sólido liderato por un quinto en la general, a 29 puntos de Dovizioso, con la sensación de que todo se iba a pique y con su padre soltando una enorme rajada en vísperas de viajar a Italia que enrarecía aún más el ambiente. Resumiendo, Lorenzo llegó a Mugello en 2006 al borde del abismo. Sin embargo, lejos de caer en él emergió con una gran victoria que cambió el curso de su historia.

Aquel 4 de junio de 2006 batió a De Angelis en el trazado transalpino por 111 valiosísimas milésimas de segundo y de ahí salió disparado a la gloria: dos mundiales consecutivos en 250cc y dos en MotoGP, los de 2010 y 2012, el último en juego antes de la aparición de Márquez.

El año pasado, Lorenzo hubiera batido a Marc con o sin la postrera caída de éste, porque cruzó la meta con cinco segundos de margen sobre Pedrosa, que era al que acababa de adelantar el 93 antes de irse al suelo a tres vueltas del final. Un año antes, Jorge ya había vencido a Pedrosa con la misma ventaja. Y en 2011, en la primera de sus tres victorias consecutivas, la diferencia al cruzar la meta sobre Dovizioso y Stoner fue de un segundo.

Este fin de semana, Lorenzo regresa a la pista en la que ganó tres veces en MotoGP, lo que también hizo en Estoril, Le Mans, Silverstone, Montmeló y Misano, pero en ellos, a diferencia de Mugello, no resucitó de sus cenizas como sí hizo siendo un chaval de 19 años que quería comerse el mundo, que luego se lo comió y que debería seguir haciéndolo.

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