DAKAR 2014

Laia Sanz: “He notado que la gente me miraba diferente”

Laia Sanz culminó su extraordinaria carrera con el 16º puesto en la general final. “He sido más competitiva y eso te hace ganar un poco más de respeto”, asegura

Actualizado a
Dean MouhtaropoulosGetty Images

—Por fin en Valparaíso. ¿Llega aún con gasolina?

—Estoy mejor físicamente esta semana que la pasada, porque el calor de Argentina y el tipo de etapas era demoledor. Mentalmente tenía ganas de acabar.

—Ha sido su mejor Dakar.

—Sí, y con mucha diferencia.

—El año pasado lloró, con aquella epopeya de dos días de averías y sin dormir, ¿en éste lo ha hecho?

—No, pero casi, el día del embrague fue frustrante, porque perdí dos horas. Pero como ha sido un año tan duro, tampoco me retrasó tanto en la general.

—Un fallo mecánico, porque ¿usted se pone algún pero?

—He hecho una carrera muy buena, además no me he caído, el único error fue el día del way point, una hora de penalización que me retrasó mucho. Quizá fue el único fallo importante.

—Ha habido muchos elogios a Laia. ¿Qué es lo que más le agrada de lo que se ha dicho?

—No he visto mucho, pero sí he notado que en el campamento mucha gente me miraba diferente. Eso parece decir que lo he hecho bien. He sido más competitiva y eso te hace ganar un poco más de respeto.

—Un año más hemos recibido un duro golpe con la muerte de un piloto. ¿De verdad es posible abstraerse a eso?

—Es un mazazo, pero al final no te enteras mucho de lo que pasa, parece que fue más por el calor que por una caída. Este año he visto un par de caídas feas, una de ellas un brasileño que iba delante de mí, quedaban veinte kilómetros para el final y la verdad es que aflojas ya que te da que pensar. Impone.

—¿Qué etapa es la que más se le ha atragantado?

—En Argentina hubo dos etapas de decir ¡buah!, que no acabaría. Y el día de tanto calor.

—Tucumán, donde ardieron las motos de Farrés y Gonçalves.

—La mía se prendió fuego.

—Y con arena...

—Echando arena lo pude apagar. Fue suerte, porque en ese momento estaba mirando la moto, a lo mejor lo llego a ver cinco segundos más tarde y ya no lo consigo.

—Ha aprendido a apagar fuego. ¿Alguna otra lección que le deje este Dakar?

—Quizá en el tema de navegar. He aprendido que es mejor no seguir a nadie, aunque a veces haya huellas que te animen a hacerlo. A veces falta un poco de autoconfianza, porque siempre que he ido sola no he tenido problemas de navegación y el único que tuve, cuando el way point aquel, fue por seguir a Casteau. En navegación también se equivocan los buenos y hay que hacer caso de uno mismo y ya está, aunque a veces falta confianza y experiencia.

—¿Y qué etapa le hubiera gustado que no acabara nunca?

—La que acabé séptima, en la última parte de las dunas fue muy divertida. He echado en falta dunas este año; ha habido pocas y es donde la mayoría de los pilotos nos divertimos.

—Jugando a ciencia ficción, ¿qué podría hacer Laia Sanz con una Honda oficial?

—Este año he tenido una buena moto, aunque no con las suspensiones que llevan ellos y alguna cosilla más, pero es parecida. De moto, este año no tengo ninguna queja.

—¿Llegó a pensar en algún momento que el pulso Coma-Barreda lo fuera a ganar Joan?

—Al principio estaba todo muy apretado y al final se ha ido quedando la carrera muy bien para Marc, pero Joan ha estado ahí. Fue una lástima lo que le ocurrió el viernes, pero ha hecho muy buena carrera.

—Cada edición usted iba pasito a pasito y este año ha subido tres escalones de golpe. ¿Cuál es el tope, lo roza ya?

—No, creo que en el mundo de los raids tengo muchísimo que mejorar porque sólo llevo cuatro Dakar, no hago ningún otro rally y he probado la moto poco. ¡Este año más que otros y la he probado sólo veinte días! Entrenando más y yendo como este año, con un equipo profesional y bueno, aún podría mejorar.

—¿Lo primero que va a hacer cuando llegue a España?

—Pillar mi cama. Y dormir, dormir hasta acabar el sueño.

Lo más visto

Más noticias