Carlos Sainz Jr: "Eh, Daniel, que yo no soy Sebastian Vettel"

Sonrisa eterna, palabras en español, un hola, algún que otro insulto, gracias, sobre todo gracias. Daniel Ricciardo era el único que no llevaba camiseta blanca y roja de Cepsa, él iba con la oficial de Toro Rosso, pero es el que más representa a la petrolera española, patrocinador estelar del segundo equipo de Red Bull en la F-1. Precisamente a esa escudería con la que todos sueñan va el próximo año este chaval australiano con el que tuvimos ocasión de compartir una mañana en los alrededores de Faenza.

Los organizadores del evento nos tenían preparada una ruta en bicicleta de apenas diez kilómetros entre viñedos de esta zona de Italia, sólo el viento impidió que el paseo fuese más agradable. Y ahí estaba el australiano vacilando a los periodistas, cosa que parece innata en los pilotos de Fórmula 1, y rodando tranquilo, disfrutando el paisaje.

Así iba hasta que de repente uno de los colegas, quizá aspirante al nuevo equipo ciclista de Fernando Alonso, hizo como si demarrara, Ricciardo le dejó ir un poco, pero pronto dio un par de pedaladas fuertes y le pasó casi rozando rueda. "Eh, Daniel, que no soy Vettel", le dijo el otro entre risas. "A por ese tengo que ir el próximo año", respondió bromeando el piloto de Toro Rosso.

Más atrás, atendiendo a la tele, otro que aspira a convertirse en lo que Ricciardo ya es. Carlos Sainz Jr. entrenando con periodistas con un comportamiento impecable, buen chaval este hijo del campeón. Por la tarde, ya en la fábrica, algunos nos atrevimos a hacer cambios de ruedas a un Toro Rosso. Los mecánicos oficiales han llegado a terminarlo en 1.8 segundos. Carlos con su colega Borja y un ayudante lo hicieron en 3.8. No esta mal...

Una experiencia en Faenza entre pilotos, técnicos, fotos de antiguos pilotos en las paredes y un tal Sebastian por todas partes. Y Ricciardo se despidió "hasta Singapur". Suerte, Dan... con Vettel.