Pol Espargaró encadena la pole y la victoria por cuarta vez

Carrera de infarto la de Moto2 y, esta vez sí, con un gran resultado para Pol Espargaró, por la victoria en sí misma, por el valor intrínseco que conlleva y porque Scott Redding, tras su exhibición en Silverstone, pinchó en Misano con un sexto puesto.

Tal combinación de puntos hace que el recorte sea de quince puntos (17 le metió el inglés al español hace dos semanas) y que vuelva a haber Mundial. La distancia queda así en 23 puntos con cinco carreras en juego, lo que significa que el de Granollers aún depende de sí mismo.

No es fácil, pero ahí está la oportunidad: Pol será campeón, independientemente de los resultados que haga Scott, si firma cinco victorias consecutivas. Hay otras combinaciones, quizá incluso más fáciles, porque en el entorno del catalán aún confían en que haga algún cero, pero la que depende de él mismo pasa por arrasar. Ayudaría a ello que lograse la pole cada sábado de calificación porque, este año, cada vez que ha salido desde la primera plaza de la parrilla ha logrado el triunfo. Y eso ha sido cuatro veces.

Ayer remó contracorriente con una fe que mueve montañas. Takaaki Nakagami, que acabó siendo segundo por cuarto gran premio consecutivo, intentó desde el principio una escapada que le llevó a gozar de dos segundos de renta, una diferencia que no pudo recortar Pol hasta la penúltima vuelta. Una vez alcanzada su presa, le pasó con facilidad al final de recta, y la alegría fue después mayor al saber que Redding sólo fue sexto. La fiesta para el equipo de Pons la completó el tercero de Rabat, un asiduo ya del podio.