MOTOCICLISMO

Jorge Lorenzo tira de casta y pretende probarse en Assen

Volvió a Assen sólo quince horas después de ser operado en Barcelona de su fractura de clavícula y se fue directo a dormir, para coger fuerzas e intentar subirse hoy a su Yamaha.

Assen

Parece increíble, pero es cierto. Jorge Lorenzo está de vuelta en el circuito de Assen, donde el jueves se fracturó la clavícula izquierda, al filo de las dos y media de la tarde, y ser operado, en Barcelona, de dos a cuatro de la madrugada del viernes. En un principio estaba previsto que llevara a cabo una rueda de prensa, pero el campeón de MotoGP se fue directamente a su motorhome, para descansar, por encontrarse algo mareado fruto del esfuerzo del viaje en avión privado con la operación tan reciente, y con la idea de coger fuerzas para probar hoy si puede subirse a su Yamaha.

El mallorquín recibió la visita de su equipo de mecánicos y del director médico del Mundial, Michele Machiagodena, que no le examinó y le recomendó que descanse lo máximo posible, a la espera de enfrentarse antes del warm up (9:40) al examen médico que llevará a cabo el doctor holandés Patrick Rijkers, máxima autoridad médica en Assen y el hombre que debe darle el OK. Entre otras pruebas, le obligará a hacer flexiones y le someterá a todo tipo de perrerías en el brazo, para decidir tras el ensayo de veinte minutos si le declara apto.

En el equipo oficial Yamaha ni garantizan ni descartan que Lorenzo, a siete puntos en la general de Pedrosa, vaya a correr en La Catedral, pero lo que sí dan por hecho es que, una vez en el circuito, al menos lo va a intentar. Como es fácil imaginar, no se hablaba de otra cosa en el paddock y el que mejor resumió el sentir general fue Crutchlow, autor de la pole: "Si Lorenzo corre esta carrera será mi héroe".

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