Motociclismo
Montmeló ardió en 2009 con Valentino Rossi y Lorenzo
La última vez que Valentino y Jorge disputaron la cita catalana como compañeros en Yamaha depararon uno de los mejores duelos de la historia, resuelto a favor del italiano.
Muchas y buenas han sido las carreras que Montmeló ha acogido desde que entrara, sin interrupción, en el calendario mundialista en 1992. Y la que más se recuerda por muchos es la de MotoGP de 2009, protagonizada por Rossi y Lorenzo. Se enfrentaron con las mismas armas, la Yamaha M1, y juntos incendiaron el trazado catalán como pocas veces se ha visto. No hubo reedición de aquel colosal duelo porque al año siguiente el italiano causó baja, por lesión, y los dos últimos fue el Rossi de Ducati...
Ahora, cuatro años después, volverán a compartir el box de Yamaha en esta pista, en circunstancias diferentes, pero con el recuerdo fresco del regalo que no hace tanto le hicieron a este deporte. Aquel 14 de junio de 2009 se pasaron hasta nueve veces en un cuerpo a cuerpo apoteósico y rodaron tan pegados vuelta a vuelta que, en ocasiones, era difícil diferenciar la moto de uno y otro, como si ambos viajaran sobre la misma. Cuatro de aquellas pasadas fueron en la última vuelta y la definitiva resultó la que el italiano hizo en la última curva, cuando nadie ya se lo esperaba y por donde sólo él cabía...
Aquella carrera tan espectacular supuso un balón de oxígeno para MotoGP y el final de una racha que decía muy poco en su favor, porque la última vez que se había visto un adelantamiento de última vuelta por la victoria databa de Portugal 06, cuando Elías le arrebató la victoria a Rossi, siempre él, por sólo dos milésimas, la friolera de 42 carreras antes.
Esta vez la diferencia en meta fue de 95 milésimas, tras una pasada de pura magia en la rápida de derechas. El público la vibró como nunca y las gradas se vinieron abajo, pero también supo reconocer el mérito de Lorenzo, así que tan ovacionado fue uno como otro cuando se escaparon del corralito y se subieron al muro para jalear a la tribuna.
Tras la carrera, Valentino describió lo vivido como "una gran promoción para MotoGP. Soñaba con un adelantamiento como el que he hecho. Pasar allí, y sobre todo en la última vuelta, es como el gol que marcó Maradona en el Mundial de 1986 saliendo con el balón desde el centro del campo y regateando a todos. Era un sitio complicado. Sinceramente, no estaba convencido de que pudiese, pero ya se lo había hecho a Stoner en 2007 y a algún otro hace unos años. Así que lo he intentado. Tengo que reconocer que he estado valiente, aunque eso no basta, porque he metido la moto a unos 180 por hora en 35 centímetros. Hace falta tener coraje, pero también una buena actitud en la batalla cuerpo a cuerpo, además de un buen manejo en el pilotaje".
Y Lorenzo dijo: "He puesto el corazón encima del depósito y he desconectado la lógica, pero no he podido. He cometido un pequeño error en la última vuelta porque no he cerrado suficientemente el hueco. Le felicito. Ha ganado el zorro viejo, el más experimentado". Y dejó una premonitoria frase que se ha cumplido: "Él probablemente haya llegado ya a su techo y a mí me quede bastante por mejorar y ahora nos estamos cruzando en el camino". Tal cual sucedió.