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FÓRMULA 1

Diversas asociaciones piden que no se celebre el GP de Bahrain

Grupos de derechos humanos envían una carta y Bernie Ecclestone pide a los periodistas extranjeros que cuenten “la verdad”. El gobierno intenta aparentar normalidad.

Manama
Manifestaciones contra la F-1 en Bahrain.
MOHAMMED AL-SHAIKHAFP

Van vestidos de blanco y rojo con el emblema del gran premio, ellos vigilan, ellas sonríen, ¿usted es de la Fórmula 1? Ante la evidencia piden al invitado pasaporte y acreditación. Lo hacen con algunos. El periodista es llevado a una habitación presidida por fotos de algunos de los dueños de este país donde pronto entran otros colegas, los de la Sky Sports Italia.

Media hora después me dejan ir, pero una amable señorita me acompaña hasta el taxi donde le indica al chófer el hotel, ‘que vaya directo, por favor’ ordena con mando y después vuelve a aparecer la sonrisa. El gobierno de Bahrain quiere tener controlado a todo aquel que tenga algo que ver con el gran premio de Fórmula 1.

Si es periodista más. “Espero que digan la verdad de lo que pasa en Bahrain, sólo les pido eso”, exclama Bernie Ecclestone desde las páginas del Gulf Daily News, el diario que se autoproclama la voz de Bahrain junto a un reportaje en el que se habla de todo lo bueno que la F-1 representa para este reino del Golfo Pérsico.

Al llegar al aeropuerto internacional de Bahrain lo primero que llama la atención es que está engalanado con motivos del gran premio desde banderas y a la fachada entera dando la bienvenida. En cuanto a los carteles por la carretera muchos han sido arrancados, otros siguen con su mensaje aludiendo al glamour y la diversión en familia que les ofrece el gran premio. A los lados algunos controles de Policía, menos, de momento, que hace un año. Sin embargo las protestas continúan. Igual que la celebración de la prueba.

Y eso que son muchos lo que piden que se suspenda. Es casi un ruego, una súplica. Empieza así: “Escribimos para que os replanteéis vuestro compromiso con el GP de Bahrain y abandonéis la carrera. Si sale adelante, se celebrará en un país en el que su Gobierno continúa cometiendo graves violaciones de los Derechos Humanos, desde arrestos arbitrarios hasta torturas”. La carta enviada por cuatro asociaciones que defienden los derechos humanos a los organizadores del gran premio para pedir que no se dispute la carrera. Ecclestone está decidido a continuar. “No queremos ver a gente protestar y enfrentarse por cosas que no entendemos”, explica.

Las asociaciones dan argumentos en su misiva: “La carrera fue utilizada por el Gobierno de Bahrain para emitir una imagen falsa de normalidad al extranjero, al tiempo que evitó la entrada de periodistas internacionales que querían ver la realidad sobre el terreno”. El pasado año sucedieron algunos episodios de ese tipo.

Este periodista de AS estuvo retenido por las tropas del ejercito de aquel país durante más de dos horas por hacer fotos de las protestas mientras dos mandos discutían si llevarme a una comisaría de Policía o directamente a la cárcel. La aparición de uno de sus superiores zanjó el asunto para bien ante la promesa no cumplida de informar sólo y exclusivamente del resultado de la carrera del domingo.

Hace un años sólo algún suceso con mecánicos de Sauber y Force India influyó a la caravana de la F-1. Sin embargo la represión existía en protestas diarias cerca del circuito. Ahora con el gran premio cerca se intensifican, a pesar de los esfuerzos y las sonrisas.