Alonso se encomienda a una carrera movida

E il mio amore". Stefano Domenicali presenta a su mujer al salir del circuito de Austin y en su rostro se lee la palabra alivio. El jefe de la escudería más importante de la historia de la Fórmula 1 ha logrado que Ferrari, otra vez, tenga un piloto con posibilidades de ser campeón del mundo en la última carrera. Y ahí todo puede pasar. Y ahí cree que Alonso terminará como campeón del mundo. Confianza.

El directivo italiano ya ha vivido situaciones similares y le viene a la mente la que más le hizo sufrir, la que estuvo a punto de retirarle de las carreras, un argumento que le sirve para tirar de historia: "Ahora todo puede pasar en Brasil, llegamos en una situación completamente opuesta a la que vivimos en Abu Dhabi 2010. Volvemos a luchar por el título hasta la última carrera, algo que le ha pasado a Ferrari siempre desde 1997 exceptuando tres años, de esa regularidad no puede presumir ningún equipo de la F-1".

Ésa es una de las razones por las que Alonso fichó por Ferrari, la escudería puede tener o no el mejor coche, en los últimos años no lo ha logrado de ninguna manera, pero siempre está ahí. O casi siempre. En estos años realmente ha dependido más del asturiano que a la inversa. Pero para Interlagos el piloto español sabe que va a necesitar un coche rojo mejor que nunca, el trocito de suerte que se le deba de este año y que el destino le ofrezca su mejor cara. Fernando es realista: "Llegamos al GP de Brasil con posibilidades de luchar hasta el final, sobre el papel las opciones no son muy grandes, quizá del 25%, aunque en el fondo creo que son más, cualquier cosa puede pasar en Interlagos. En Austin vimos lo importante que es la fiabilidad ¿no?". El asturiano apunta a la primera posibilidad, una avería de Vettel, un fallo en su coche volador.

Pero sabe que existe otra, que la lucha sobre la pista sea en un diluvio brasileño. Y ahí que cada uno saque su talento: "Hay posibilidades de que llueva y una carrera en mojado puede tener muchos riesgos, pero nosotros no tenemos nada que perder". Porque Alonso, como cualquier observador de las carreras, sabe que sin esas variables el título es casi imposible: "Está claro que si es en seco y tenemos una carrera normal, se puede esperar que Red Bull en calificación esté por delante de nosotros, que podremos estar en tercera o cuarta fila, así que debe haber incógnitas, cuantas más mejor para nosotros".

El asturiano lleva bastante tiempo diciendo que la suerte puede ser esquiva para sus rivales, que cree en el título y que confía por un extraño motivo en el campeonato, quizá ese 25% del que habla que le otorgue un Mundial por el que ha luchado tantísimo. Fernando confía. Y mucho. ¿Será que tiene alas?