Fórmula 1 | GP de Corea

Vettel ya está aquí

Tercera victoria consecutiva del alemán de Red Bull, ahora nuevo líder con seis puntos de ventaja sobre Alonso a falta de cuatro carreras. Nuevo podio del asturiano, que acabó tercero por detrás de Webber

reuters

Clic, el choque entre las enormes botellas de champán en el podio, la mirada entre los mejores, Vettel que se deja la sonrisa a la mitad, Alonso que continúa con los ojos clavados en el alemán. Instante eterno en un lugar de Corea donde la noche ya alcanzaba el horizonte con una de esas puestas de sol que se revelan como lo más aproximado a la belleza en este lugar en mitad de la nada, al sur del sur. Hace dos años, el español vivió uno de sus mejores momentos en Ferrari, llegaba a Yeongam tercero y se fue líder a falta de tres carreras tras el abandono de los dos Red Bull, la felicidad era indescriptible en la Scuderia y Domenicali hizo famoso su 'Avanti Fer, avantiii'. Ayer las cosas fueron muy distintas, el asturiano era líder de un Mundial que hace pocas semanas parecía llevar su nombre inscrito en el trofeo, pero Sebastian volvió a ganar, tercera victoria consecutiva, y es nuevo líder con seis puntos de ventaja sobre un Alonso que terminó tercero tras Mark Webber.

Esta vez la carrera no tuvo más protagonistas que los pilotos de Red Bull y Ferrari. Incluso los McLaren se borraron de la lista de invitados, retirado Button y perdido Hamilton con unos reglajes extraños y un coche que se movía como un flan, barra estabilizadora, cuentan... La carrera comenzó como se esperaba, transcurrió como era previsible y acabó tal y como vaticinaban los más realistas. La salida fue una de esas de Alonso, adelantó en la primera curva a su antaño enemigo en una maniobra que dejó a Lewis más firme en sus convicciones sobre quién merece el título. El español se puso tercero ya tras Webber, el australiano, en la primera orden de equipo que vimos, dejó pasar a su compañero en los primeros metros y recibió el ataque de Alonso. Primero, segundo y tercero, Vettel, Mark y Fernando, tras la primera curva. Así hasta el final.

Hubo momentos en que pareció que las fuerzas podrían igualarse, en esos instantes en los que Pirelli reclamaba su cuota de pantalla, su minuto de gloria en las crónicas, pero ni por esas. Antes de la primera parada, Vettel era casi medio segundo más veloz que Alonso y mantenía distancias con Webber, en el segundo stint con blandos, los más duros aquí, los Ferrari mejoraron y el chico de Oviedo llegó a estar a menos de dos segundos de su amigo australiano.

Sin embargo, salió de boxes con más de cuatro segundos de desventaja y a partir de ahí la remontada se convirtió en utopía. Además, por detrás llegaba un sorprendente Massa con mejores tiempos que su compañero por primera vez en la temporada. El brasileño adelantó a Raikkonen y a Hamilton y se lanzó a intentar un podio imposible, desde el muro le advirtieron que no se acercara demasiado a Alonso. Mientras, Vettel seguía paseando por el asfalto coreano, no pierde oportunidad, no comete errores y ya es líder. El germano lleva ya 25 victorias, una más que Juan Manuel Fangio, tiene talento y coche. Sería lógico que este fuera su tercer título, pero se espera reacción de Ferrari y que Alonso vuelva a brillar, aún más si es posible. Ya en la noche, Vettel sonreía con Christian Horner y las chicas de Red Bull les hacían una foto entre risas. Como Fernando en 2010, después llegó Abu Dhabi. Ahora Brasil...

En el viaje de regreso, Alonso, se refugiaba en la filosofía samurái. Otra vez. Fue Saigo Takamori, el último samurái, quien pronunció esas palabras: "Mantén fuertes convicciones que no puedan ser alteradas por las circunstancias". Un nuevo Mundial, siete puntos más que el rival, cuatro carreras para un sueño posible. Convicción. Confianza. Quizá la suerte del destino vuelva a vestir de rojo... Quizá.

Lo más visto

Más noticias