Kimi homenajea a la leyenda que siempre fumaba

Tuvo que vender sus cuadros, los muebles, los retratos de sus antepasados. Fue en 2006, pero Thomas Alexander Fermor-Hesketh, tercer barón Hesketh, sigue vivo y aún es recordado por su contribución a la grandeza de Inglaterra. Y por sus excesos. El mayor de todos sucedió en 1975, el mismo año en el que James Hunt logró, en Holanda, su primera victoria en F-1 en el equipo del barón. El coche no llevaba patrocinio, pero después de cada carrera tomaban champán francés, llegaban en Rolls Royce a los circuitos y los mecánicos se alojaba en las mejores habitaciones de los hoteles de cinco estrellas.

En ese equipo estaba James Hunt, el más maldito de los pilotos de Fórmula 1 de la historia. Y el ídolo de... Kimi Raikkonen. El finlandés es un auténtico seguidor del excéntrico británico y en numerosas ocasiones ha demostrado que serían grandes amigos si Hunt viviera. El que fuera campeón del mundo en 1976 con McLaren, después de sustituir a Emerson Fittipaldi en la escudería de Woking, falleció a los 45 años víctima de un infarto. Hacía varios años que no bebía ni fumaba, incluso cuentan que hacía deporte, pero el pasado aún vivía dentro de su cuerpo.

Porque Hunt bebía, pero también fumaba. Dicen que mucho. Después de ganar su primer y único gran premio de Inglaterra, le preguntaron que suponía para él. Esta fue su respuesta: "Nueve puntos, 20.000 dólares y mucha felicidad No tendrás por ahí un cigarrillo ¿verdad?". Cuentan que Raikkonen es su más ferviente seguidor en casi todo. A Hunt, por supuesto, también le gustaban, y mucho, las mujeres. Era un auténtico piloto de F-1. De los de antes...

Raikkonen se quiere parecer tanto a él que lleva en Mónaco un casco réplica del que tenía el inglés con su nombre en los laterales. Para el campeón del mundo de 2007 será una motivación extraordinaria con el objetivo de lograr su primera victoria en el regreso a las pistas de gran premio. Ya ganó en 2005 con McLaren, algo que no pudo lograr su gran ídolo.