Fórmula 1 | La intrahistoria

Roy Sahara y la boda de los 93 millones

En el elitista mundo de los propietarios de escuderías de F-1, formado por multimillonarios abonados al glamour, el lujo y los dispendios económicos, el accionariado de Force India ocupa un lugar estelar. Vijay Mallya, 871 en la lista Forbes, compró Spyker y lo transformó en el primer equipo indio. Desembolsó, junto a su amigo Michiel Mol, 88 millones de euros y se quedó el 85% de las acciones. Un capricho para un empresario dueño de sesenta empresas, como la tercera compañía de bebidas alcohólicas del mundo, United Breweries, y la compañía aérea Kingfisher Airlines. Además de juguetes como el 'Indian Empress', un tremendo barco de 95 metros de eslora.

Ahora ha decidido compartir su escudería, que pasa a llamarse Sahara Force India F1 Team, y pocas semanas antes del GP de la India ha vendido el 42,5%, la mitad de lo que poseía, a un compatriota, otro hombre de negocios: Subrata Roy Sahara. 73 millones de euros ha pagado el presidente del grupo Sahara India Pariwar, un gigantesco conglomerado de negocios con intereses en inmuebles, entretenimiento, medios de comunicación y aviación. Además de patrocinar los equipos nacionales de cricket y hockey hierba.

Saharasri, como también es conocido, tiene 64 años, fundó el grupo Sahara en 1978 y es un gran aficionado al deporte. En 2009 negoció con el Manchester United para patrocinarlo y el pasado año valoró seriamente comprar el Liverpool.

En lo que nadie ha superado al nuevo copropietario es en un peculiar récord. Es el organizador y pagador de la boda más cara de la historia. 129 millones de dólares (93 de euros) se gastó en el doble enlace de sus hijos Seemanto y Sushanto. 10.000 invitados degustaron 110 platos mientras escuchaban a 121 músicos de la Sinfónica de Londres. Y 40.000 mendigos cenaron gratis esa noche.

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