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Fórmula 1 | La intrahistoria

'Sr. Alonso, gane el champeon'

Suzuka vive con entrega la F-1.

Las aficionadas 'tuneadas'.
manuel franco

Miyu aprieta los puños y ahoga un grito que apenas se atreve a salir de su garganta, como si estuviera a punto de escuchar su canción favorita en un concierto de los recordados 'Arashi', una especie de 'Take That' japoneses. Pero no, a esta muchacha de Nagoya, que salió a las siete de la mañana de su casa para coger el tren, le toca el turno de escribir sobre la bandera de España de Fernando Alonso, su ídolo. Está enamorada del asturiano, le quiere como quien ama a lo inalcanzable. Ella, como Misaki que está por delante, dibujan un corazón y dentro el nombre del español.

Al lado hay menos gente, pero por ahora más firmas. Es la bandera alemana del próximo doble campeón. Vettel también compite con Fernando por ser el más querido en Japón. El año pasado el de Ferrari era el rey indiscutible, pero las nueve victorias de Sebastian le han hecho empatar. O casi. Para Fernando hay muchos mensajes, algunos en español escritos por españoles, otros en castellano al estilo nipón: "Sr. Alonso, animo, gane el champeon". Y otro: "Te kero Nano".

En los alrededores del circuito de Suzuka está el espacio comercial más colorista y entusiasta del Mundial. Arriba, la zona de las banderas y las dedicatorias; al lado, un stand en el que unos supuestos ninjas enseñan a lanzar los shuriken, las armas arrojadizas con forma de estrella que vemos en las películas; más allá están las casetas de camisetas y artículos de recuerdo.

Por allí surgen unas seguidoras de Red Bull que parecen un clon de las 'Morning Musume', el grupo musical de chicas que reina en las listas de ventas: coletas, coches como sombrero, faldas con las banderas de Australia y Alemania y sonrisas para regalar. El artículo estrella es el dedo de Vettel, ése que alza al cielo tras cada pole. Vale 20 euros y algunos lo compran para meterse con su amigo de Ferrari, que camina con la bandera de Asturias y dice Covadonga con acento japonés...

Los muñecos de Button, Kobayashi o Ecclestone son best sellers en el mercadillo. Son pocos los que por aquí caminan, junto a la noria de Suzuka y el parque temático del motor, con la ropa de cada día, están tuneados como los coches que salen de los talleres que pretenden protagonizar la próxima entrega de 'Fast&Furious'. Un niño, con la gorra de Alonso, dice adiós con la mano y su madre sonríe sin parar. Suzuka, el lugar donde la F-1 es una pasión que vivir.