"Los problemas de Ferrari no son tan graves"

Es cierto, Ferrari no es el mismo equipo que en la época de Michael Schumacher. En el juego de las siete diferencias, hay algunas que aparecen a simple vista: falta el alemán, pero también Ross Brawn, Rory Byrne y Jean Todt. Otra, igualmente importante, es que ya no se permiten los test en la temporada y el circuito de Fiorano ha perdido su importancia en favor de los túneles del viento y los simuladores, donde McLaren y Red Bull dominan. Dicho esto, el siete veces campeón del mundo confía en el que fue su equipo, minimiza daños y augura el resurgir rojo.

"No estoy seguro de que tengan problemas tan graves como parece. Y tengo claro que, al igual que nosotros hemos dado un gran paso adelante de Malaisia a China, podrán hacerlo también ellos. Tienen la capacidad, la gente", explica Michael, cuyas declaraciones son prácticamente calcadas a las que hizo Fernando Alonso el jueves en el circuito de Estambul.

El hombre que lideró la época dorada de Ferrari, con cinco títulos mundiales consecutivos, analiza ahora el dominio de Red Bull: "Siempre ha habido equipos que son la referencia en la F-1 y normalmente no suelen ser los mismos; es más, creo que el hecho de que Ferrari lo fuera durante tanto tiempo es una excepción, que podría repetirse, pero las cosas no pueden ser nunca iguales".

Mientras Schumacher ofrece agua en el desierto a su antiguo equipo, su compañero, Nico Rosberg, se desmarca de los rumores que le sitúan en Maranello la próxima temporada. "Estoy muy feliz en Mercedes, creo en el equipo, en un proyecto tan importante como éste y pretendo llegar con ellos a lo más alto", explicaba el alemán. Y deja claro que no teme a nadie: "No tendría problemas si en un futuro tuviese que compartir equipo con Alonso, Hamilton o Vettel, ya lo estoy haciendo con el mejor piloto de todos los tiempos".