Red Bull mejora aún más el coche de Vettel

En el cielo cambiante de Melbourne el debate tenía cierto sentido. Junto al lago de Albert Park unos defendían a un piloto y otros al de más allá para la pole del gran premio. Al llegar a Malaisia, sentados bajo las palmeras de la selva de Sepang, la pregunta comenzaba a perder importancia, pero aún seguía siendo la misma. En Shanghai, a la intemperie de un paddock enorme, unos y otros sólo se preguntan por la diferencia de tiempo entre Sebastian Vettel y el resto. El campeón alemán ha logrado la unanimidad en el universo de la Fórmula 1.

El pequeño muchacho, recién llegado del instituto con su mochila y su sonrisa de adolescente, que se convierte en una bala cuando se sube a su coche azul, utiliza su extraordinario talento para conseguir poles como quien colecciona partículas de oxígeno. De manera natural se sube al coche y sale a la pista para rodar más rápido que nadie. En China lo ha hecho siempre, desde los primeros libres a los últimos, desde la calificación a ¿la carrera? Y lo hace también con un coche que, a pesar del dominio exhibido en los dos grandes premios anteriores, ha sido mejorado también en China. El Red Bull lleva una importante mejora en su difusor, un pequeño refuerzo en las paredes exteriores de ese elemento aerodinámico con la que consigue que el coche vaya aún más pegado al suelo. Y además, al menos en calificación el monoplaza se ha adaptado muy bien a las particularidades de los nuevos Pirelli. La ecuación de éxito es evidente e indiscutible: un piloto con talento, el monoplaza más veloz y unos neumáticos adecuados. Poco más que decir.

Sin embargo, los McLaren están ahí. Por si acaso llega la avería. Jenson Button aún confía en que Vettel no le quite este año a Alonso el récord de bicampeón más joven de la historia. "Desde hace muchos años no hay un piloto que gane los dos títulos seguidos y vamos a trabajar porque siga así", explicaba el novio de Michibata. Suyo fue el tercer puesto, por detrás de Lewis Hamilton.

Ambos llevaban ayer unos monos anaranjados, casi rojos, con el anagrama del Santander. Casi Ferrari. Pero los de rojo Maranello estaban por detrás. Alonso sigue en su puesto: quinto, una vez más. Esta vez se metió por delante un Rosberg que no debiera ser problema hoy. El bicampeón español tiene mucha esperanza en la carrera y sigue con el podio metido en la cabeza. Si alguien puede conseguirlo es él. Su Ferrari es prácticamente igual que el de Malaisia, lo que complica las cosas, pero en la carrera el asturiano siempre mejora.

Un poco más atrás, la sorpresa de la jornada: los dos Toro Rosso en la Q3. Y Jaime Alguersuari, con configuración para la carrera, séptimo, su mejor puesto de siempre en sus 30 carreras, por delante de Buemi. El Red Bull volador espera....