El mito de Alonso comenzó al estilo de Dominguín

Alguien dijo que Alonso jubilaría a Michael Schumacher. Y así fue. Ninguna imagen ilustra mejor aquel relevo, aquel cambio de tendencia y de generaciones, que la que acompaña estas líneas: Fernando con el dedo índice levantado proclamándose, como hiciera Luis Miguel Dominguín en Las Ventas, como el número uno del momento, ya con Manolete en el mundo de los mitos.

Aquel niño, como aún le llaman con cariño los periodistas veteranos, exhibía su talento ante el mundo con su primera pole en la F-1. En su segunda temporada, en el primer año con un coche competitivo se convertía, con 21 años, 7 meses y 23 días en el piloto más joven de la historia en conseguirlo. Aún hoy tiene la segunda mejor marca, sólo superada por las circunstancias y la calidad de Vettel bajo la lluvia en el circuito de Monza en 2008.

En la carrera Alonso fue tercero, su primer podio, detrás de Kimi Raikkonen con el McLaren, primera victoria de su vida para el finlandés, y Rubens Barrichello con un intratable Ferrari. Así lo rememora el doble campeón del mundo: "No lo esperaba, ni el equipo Renault tampoco. Cada vez que regreso a este lugar recuerdo aquel fin de semana, la alegría por la pole, los nervios antes de la carrera, subí al podio por primera vez, después ganaría en 2005 y 2007".

Precisamente ese último año llegó el primer doblete de McLaren con Alonso y Hamilton sonriendo para la foto de manera sincera. Y con Schumacher, ya retirado, quizá recordando cómo miraba aquel día de 2003 a un español que, como el torero al que amó Ava Gardner en 1949, decía con un dedo al cielo que él es el número uno.