Australia un paraíso para Rossi y Lorenzo

El grueso de la caravana mundialista se desplaza hoy hacia Phillip Island, el circuito australiano que este fin de semana acogerá el antepenúltimo gran premio del año. Con toda la ilusión del mundo viaja hasta allí un Simón que puede ser campeón de 125cc este domingo, si cruza la meta por delante de Smith y Terol. También forma parte de ella Bautista, obligado a enmendar la plana tras caerse en Portugal. Y vuelan los dos grandes animadores de la temporada, Rossi y Lorenzo, separados por sólo 18 puntos al frente de la general de MotoGP y convencidos de que el trazado australiano es ideal para los propósitos de ambos.

El español y el italiano ven en Phillip Island uno de sus circuitos favoritos del Mundial, porque es de esos en los que las diferencias las marcan los pilotos y porque los números les son propicios. Lorenzo ha ganado allí dos veces, camino de sus dos títulos de 250cc, y Rossi lo ha hecho siete, aunque la última victoria data de 2005, hace ya cuatro años...

Ahora es otra batalla, la primera de las tres que decidirá el título, y El Doctor siente la herida abierta porque ha visto impotente cómo su ventaja ha bajado 32 puntos en las tres últimas carreras, y ganando en Misano...

Para el español, en cambio, la dinámica es favorable. Tras su caída en Brno, se quedó a 50 puntos, pero ya está a tiro de una carrera y con la confianza que le da saber que dispone de las mismas armas que Rossi.

Ninguno de los resultados del año pasado de Lorenzo sirven de referencia, ya que entonces peleaba con los Michelin y ahora lo hace con los Bridgestone. Las gomas niponas ya le han hecho ser competitivo este año en circuitos como Laguna Seca o Brno, los escenarios en los que más problemas tuvo con las ruedas galas en 2008, y está deseoso de rodar con ellos ya en Australia. Vaya carrera espera, porque Stoner y Pedrosa también tendrán algo que decir.