Alonso y Domenicali evitan fotografiarse juntos en Suzuka

Hotel Flower Garden, circuito de Suzuka. Anexo al trazado, es el lugar donde duermen las estrellas y los jefes de los equipos. Su nombre se debe al jardín que une los distintos edificios y restaurantes. Aunque las habitaciones, pequeñas y espartanas, distan mucho del lujo que se intuye en las zonas comunes.

El restaurante italiano suele ser el punto de encuentro de los pilotos, que apenas se dirigen la palabra. Este deporte es la exaltación del individualismo y, como dice Alonso, quien quiera un amigo "que se compre un perro". Apenas algún saludo cordial y poco más. Allí están Jaime Alguersuari y su inseparable Javier Mafioli, y Fernando junto a su mujer, Raquel, y su mánager, Luis.

A la salida, en la caja, coinciden el ovetense y su próximo jefe, Stefano Domenicali. Unos fans que estaban fuera entran en el restauran y se desata la locura. Especialmente con un aficionado nipón con una camiseta rojo Ferrari que se hace una foto entre el piloto y el director general de la escudería. Evitan posar juntos y piden a algunos periodistas presentes que no les fotografíen. Pese a lo poco que queda, aún sigue siendo un piloto de Renault.

Fuera de la pista el español sigue pensando en rojo y está al día de lo que sucede en su futura escudería: "En el circuito te metes de lleno en el trabajo con el equipo y es fácil concentrarse en el gran premio Pero cuando no estoy de carreras, el 50% de mis pensamientos son para 2010". Aunque en poco puede ayudar: "Hasta que no pruebe el coche del año que viene será difícil que pueda aportar nada". La estrella española sigue bromeando con su capacidad de esquiar para la presentación de Madonna: "Me falta mucho, me falta mucho". Pero en realidad, es un experto esquiador.