Fórmula 1 | El escándalo de Singapur

Mosley "Es triste que Briatore termine así"

Sorprendentes declaraciones del presidente de la FIA sobre la sanción a perpetuidad del jefe de Renault, que ya estudia recurrir a la justicia ordinaria para evitar verse fuera de cualquier actividad automovilística

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El proceso de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) contra la escudería Renault F1, por el escándalo del GP de Singapur del pasado año, parece destinado a agotar nuestra capacidad de sorpresa. Confirmado que el Consejo Mundial tenía como único objetivo que Max Mosley se tomara cumplida venganza sobre Flavio Briatore, el presidente de la FIA se descolgó ayer con unas declaraciones inesperadas: "Es triste que Briatore termine así. Ha estado más de veinte años en el automovilismo, pero ¿qué otra cosa podíamos hacer?".

A pesar del clamor general que la Prensa internacional recogía ayer en contra de la arbitrariedad de las sanciones impuestas (básicamente porque la escudería sale indemne del escándalo, lo mismo que uno de sus principales artífices, Nelsinho Piquet), Mosley defendió que la resolución es la más correcta: "La sanción que impusimos era la más severa posible: la expulsión del deporte de Briatore. En cuanto al equipo, quedó demostrado que no sabía nada, no tenía responsabilidad moral, y menos aún la compañía, así que en esas circunstancias sería un error imponerle una sanción de cumplimiento inmediato". Además, el británico no cree que acontecimientos como estos afecten a la credibilidad de la Fórmula 1: "Tenemos problemas de vez en cuando, pero eso no es nada grave siempre que seamos capaces de solucionarlos".

Unas explicaciones que, por supuesto, no consuelan ni convencen en absoluto a Briatore, el gran damnificado del caso. Tal y como adelantó ayer AS, el periódico deportivo italiano 'La Gazzetta dello Sport' confirmó que los abogados del mangnate italiano ya estudian demandar a la FIA en la justicia ordinaria. Las pruebas contra el ex jefe de Renault podrían carecer de la consistencia suficiente para su inculpación, incluyendo las aportaciones de un misterioso testigo protegido que la FIA bautizó como 'Mister X' y que, como miembro de la escudería, confirmó que Briatore estaba al tanto de todo lo ocurrido en Singapur 2008.

Por si fuera poco, el presidente de la liga de fútbol británica ha solicitado a la FIA un informe sobre las implicaciones de Briatore, ya que su condición de copropietario del Queen's Park Rangers también podría estar en peligro. Los estatutos de su asociación no admiten la participación de dirigentes implicados en este tipo de escándalos. Ni el consuelo del fútbol va a tener Flavio. Al menos, siempre le quedará Elisabetta...

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