La FIA hunde a Briatore y declara inocente a Alonso

El Consejo Mundial del automovilismo es un tribunal deportivo en el que su presidente, Max Mosley, es fiscal, abogado defensor y juez a la vez. Depende de quien toque. A primera hora llegó el turno de Fernando Alonso en la sede de la FIA en la Plaza de la Concordia de París, y fue el propio Max quien le preguntó sobre si conocía la presunta conspiración del accidente de Piquet en Singapur y respecto a su estrategia de carrera. El asturiano se remitió a su declaración de Spa, que no sabía nada y que la táctica la había establecido la escudería. Nadie quiso hacer más preguntas. Tampoco el presidente de la Real Federación Española de Automovilismo (RFEdA), Carlos Gracia, presente en la sala.

Alonso no era el investigado, pero sí para la prensa inglesa, que los últimos días lanzó una campaña en la que le culpaban de complicidad en la conspiración. La conclusión del Consejo eliminó cualquier duda: "Agradecemos su cooperación y su presencia en la reunión y concluimos que no estuvo implicado, de ninguna forma, en el quebrantamiento que Renault F1 hizo de las normas".

Después llegó el turno de Nelsinho, que dijo estar arrepentido y prometió ¡no volver a repetirlo! Gracia intentó que se le sancionara, pero Mosley se puso la toga de juez y le interpeló: "Nelson tiene inmunidad garantizada por la FIA a cambio de sus revelaciones". Así aparece en el veredicto. Cuando se puso sobre la mesa a Briatore, Max esta vez fue el fiscal, habló de "un asunto criminal", y el Consejo decidió, según sus directrices, "inhabilitarle para cualquier competición por un período ilimitado y suspender de la superlicencia a cualquiera de sus pilotos". A Pat Symonds le caen cinco años y a Renault, nada. Es decir, la exclusión en suspenso por dos temporadas. Lo pactado en Monza entre los abogados de ambas partes.