Barberá vence... y Bautista convence

A falta del ansiado triplete español en 250cc, algo nunca visto hasta ahora, la carrera de Misano resultó perfecta para las vacas sagradas de nuestro motociclismo en la categoría. Barberá se reencontró con la victoria, rematando al fin así otros buenos entrenamientos, y Bautista nos convenció de que el título es posible, recuperando una agresividad en su pelea con Aoyama de la última vuelta que le dejó en la general a trece puntos del nipón, tras batirle por seis milésimas. Es casi la misma diferencia que cuando salió de Brno, pero ahora las sensaciones son mejores porque se ha recuperado de un bache delicado. Además, para colmo de sus intereses, Simoncelli se autodescartó con una caída en la vuelta trece.

El italiano marchaba en el trío de cabeza y empezó a sentir que el motor de su Gilera caía de vueltas. Probó a desactivar el control de tracción y creyó que había solucionado el problema, pero dio pie a uno mayor, la falta de agarre en la salida de ese viraje a izquierdas en el que perdió la rueda trasera y casi cualquier opción de título, porque vuelve a alejarse de la cabeza y ya con menos carreras en juego

Su ausencia dejó la victoria entre Barberá y Pasini, viejos amigos ya que el año pasado en este circuito las tuvieron tiesas. La batalla esta vez fue limpia, con seis adelantamientos entre ambos en una última vuelta saldada con la brillante victoria del valenciano, que confesó después que tanta pelea al final había sido posible porque él creía que la prueba se acababa una vuelta antes. A diferencia de Simón en Montmeló, no celebró nada por no ver la bandera, pero su confusión permitió que Pasini le incordiara más de lo previsto, aunque él era mucho más fuerte.