Fórmula 1 | El presidente de la FIA vuelve a la carga

"Nunca creí la película de piratas de la FOTA"

Max Mosley ve cerca su adiós al cargo y en una entrevista con el 'Bild' atacó a los equipos: "Me molestó su presión para que me marchara, me iba a ir igual". Y se defendió de nuevo: "La orgía no tenía tintes nazis"

Cuando trascendió la orgía de Max Mosley, el presidente de la FIA anunció acciones contra dos medios de comunicación. 'News of the World', la revista que hizo públicas las imágenes, ya tuvo que pagarle 70.000 euros (más 500.000 de costas procesales). El otro era el diario alemán 'Bild'. Con ellos se zanjó ayer el asunto con un acuerdo entre las partes en el que le pagaron 200.000 euros, que destinará a dos ONG's, por una entrevista exclusiva.

En ella, el británico habló de la famosa orgía: "No tenía nada que ver con tintes racistas. De no llamarme Mosley, nadie habría caído en que tenía algo que ver con los nazis". Y aunque confirmó la amistad de su padre con Hitler y Goebbels, negó su apoyo: "Tras la Segunda Guerra Mundial, dejó de hablar de fascismo". Sobre la asistencia de joven a manifestaciones racistas, Max reconoce su error: "Pensaba que las razas debían separarse. La experiencia me ha revelado que no es así". E incluso alaba a Obama: "Tiene una madre europea, un padre africano y está claro que es un hombre muy capaz".

Cambia de tema y pasa al ataque. Al referirse a la FOTA y su amenaza del campeonato paralelo, es rotundo: "Nunca creí esa película de piratas. Jamás habrían creado nada en 2010 que gestionaran ellos. Era un juego. Me molestó que ejercieran presión para mi marcha. Siempre dije que me iría en octubre de 2009. Voy a cumplir setenta años, habría parado de todos modos".

Por último, Mosley explicó qué hará tras dejar el cargo: "Saldré por la mañana, leeré el periódico... Quizá escriba un libro, tengo mucho que contar. También deseo preocuparme por la seguridad del tráfico. Además, para la FIA estaré siempre disponible como consejero".

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