Fórmula 1 | La intrahistoria

La velocidad se la juega a Ross Brawn

Elena Sanz

Ross Brawn se enfrenta a una sanción por exceso de velocidad. Paradojas del mundo del motor. El británico, de 54 años, podría perder su carné de conducir en Inglaterra tras ser multado por sobrepasar los límites marcados por las autoridades. El responsable del equipo que lleva su nombre no estuvo en el tribunal de Plymouth porque se encuentra en el extranjero preparando las próximas carreras del Mundial: el GP de Europa en Valencia y el de Bélgica en Spa-Francorchamps. A los representantes legales de Brawn se les ha concedido un aplazamiento por el cual el caso se celebrará el viernes 4 de septiembre.

La carretera de Okehampton, en el condado de Devon (situado en el suroeste del país) fue testigo del despiste del gran estratega de la F-1. El límite marcaba las 70 millas (112 km/h), pero Brawn pisó el acelerador hasta alcanzar con su Mercedes-Benz las 100 millas (160 km/h). Quizás quiso sentir lo mismo que su piloto, y líder del Mundial, Button con su monoplaza y perdió la prudencia al volante del vehículo.

La velocidad parece que siempre ha estado presente en la vida y, sobre todo, en los éxitos cosechados por Ross. Brawn GP fue la gran sorpresa en el GP de Australia de este año cuando impresionó a sus rivales logrando el primer y segundo puesto del podio en un debut asombroso. El artífice de esta hazaña es el mismo que le hizo ganar a Ferrari el Mundial de Constructores en 1999 y a su piloto más laureado, Michael Schumacher, cinco campeonatos consecutivos (2000-2004), más los dos que ya le había hecho ganar con Benetton. Para un hombre que vive rodeado de velocidades que dan vértigo, los 160km/h incluso parecen demasiado lentos.

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