NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Motor | Nascar

Stewart reivindicó a Pierre Nodoyuna

El piloto del Chevrolet 14 ganó en Daytona con armas parecidas a las del villano protagonista de 'Los autos locos'.

El mítico óvalo de Daytona recibió la 18ª cita de la Copa Sprint de la Nascar en el día más importante para los norteamericanos, el 4 de julio, fecha de la celebración de la independencia de los EE UU. En una jornada tan señalada, la carrera tenía que ser especial y desde luego que lo fue. Ganó el actual líder, Tony Stewart, al volante de su Chevrolet 14, pero todos los que asistieron al trazado de las playas de Daytona se quedarán con varias imágenes grabadas en su cabeza.

Buscando un paralelismo de lo ocurrido ayer en Florida, lo más cercano sin duda, sería la famosa serie de dibujos animados de Hanna-Barbera, 'Los autos locos'. Los once vehículos que competían por el título del piloto más loco del mundo tuvieron un fiel reflejo en los 43 que salieron a disputar la cita de la Copa Sprint. Eso sí, en la serie de animación el villano Pierre Nodoyuna, acompañado de su secuaz perro Patán, no ganaban nunca. En Daytona, 'El chico malo de la Nascar', Tony Stewart, sí se salió con la suya y se apuntó su segunda victoria del año. Cuando se pone al volante y tiene un objetivo claro, es muy difícil de parar.

El doble campeón de la máxima categoría de la Nascar, además de tener el título de la otra competición automovilística más importante de EE UU, la Indycar, saco su lado más perverso y aprovechó una de las normativas técnicas más discutidas y discutibles de la Nascar. Para preservar la seguridad, los coches llevan en algunos circuitos una plaza adherida a la parte posterior del motor que limita el poder del propulsor, reduciendo de 750 CV a 430. Sin embargo, esta pieza también reduce considerablemente la resistencia al aire lo que provoca que los coches puedan ir literalmente pegados unos a otros. Y esa fue la causa de los múltiples accidentes producidos en Daytona. Como el de la vuelta 77 cuando trece coches se vieron involucrados en un choque en cadena o el más espectacular y que decidió la victoria.

Stewart, que había salido desde la pole, vio como en una perfecta labor de equipo Denny Hamlin empujó a su compañero Kyle Busch y éste se colocaba primero al paso de la bandera blanca que indica la última vuelta. Stewart tenía menos de cuarenta segundos para reaccionar y así lo hizo. Pegó como una lapa el morro de su Chevrolet a la parte posterior del coche 18 y comenzó a presionar de una manera agobiante. Busch aguantó hasta la última curva, pero al intentar cerrar el último hueco, la parte izquierda de su vehículo tocó el de Stewart y salió catapultado contra el muro provocando un espectacular accidente con muchos de los coches que venían apurando sus opciones de ganar posiciones en la bandera a cuadros.

Por suerte no hubo que lamentar lesiones graves. Eso sí, se cumplió una vez más la máxima del 'show business' ya que mientras las piezas volaban por todas partes, los espectadores, en pie, aplaudían a rabiar. La Nascar demostró una vez más que es puro espectáculo de entretenimiento, aunque a veces las vidas de sus protagonistas corran un serio riesgo. La próxima cita será en Chicago donde Stewart intentará seguir manteniendo su liderato y Juan Pablo Montoya, noveno ayer, luchará por no salir de las doce primeras posiciones de la general, ahora es 11º, que dan derecho a luchar por el título.