Stewart fue el más brillante en la carrera de las estrellas

No otorga puntos para la clasificación general, pero la cita del All Star de la Copa Sprint de la Nascar es obligatoria para todos los pilotos. Eso sí, los que consiguen clasificarse para disputarla. Con un formato de competición tan variable como inexplicable, los contendientes luchan en el óvalo del Lowe´s Motor Speedway de Charlotte (Carolina del Norte) por la victoria. La causa: el cheque de 1,022,975 dólares (760.000 euros) que se lleva el primero que cruce la bandera ajedrezada. Y en la edición de 2009 ese honor correspondió al piloto del Chevrolet número 14, Tony Stewart. El piloto de 38 años adelantó a falta de una vuelta y media a Matt Kenseth logrando el triunfo y, de paso, se estrenó en el palmarés de victorias como dueño de equipo, tras darle 32 victorias en diez temporadas al Joe Gibbs Racing.

Stewart es uno de los pilotos más famosos, principalmente, por dos motivos. El primero, su talento al volante. Tony es doble campeón de la máxima categoría de la Nascar, además de tener el título de la otra competición automovilística más importante de EE UU, la Indycar. El otro, es su controvertido carácter. Apodado 'El chico malo de la Nascar' y 'La estrella de rock de los circuitos', Stewart ha tenido numerosos problemas con rivales, comisarios, periodistas y fotógrafos a lo largo de su carrera. Incluso con algunas denuncias por agresión.

Pero cuando se pone al volante y tiene un objetivo claro, es difícil de parar. Su victoria en Charlotte, controlando perfectamente su posición y los cambios en boxes durante las cuatro etapas de que se compone el All Star, le permitió imponerse a sus rivales. ,. "Aún no soy consciente de lo que he conseguido. Podemos apostarnos cuándo me daré cuenta de que soy el ganador como piloto y como equipo de la carrera de las estrellas y que me he llevado un millón de dólares", afirmó al terminar la prueba.

Canalizó perfectamente su habitual agresividad para llevar su Chevrolet a lo más alto del podio y, de esta manera, 'Smoke' rebautizado como 'Humos' inauguró su palmarés de 2009. Y es que este apelativo es el que mejor define su carrera deportiva, ya que une su personalidad con la facilidad que tenía para bloquear el neumático trasero en sus comienzos, y sus numerosas roturas de motor al llevar más allá del límite el propulsor de sus coches. A partir de ahora, sus rivales saben que deben contar con él para luchar por las victorias.