De 'Business' a la clase turista

Flavio Briatore sabe que la supervivencia de la escudería Renault y de sus 900 empleados dedicados a la Fórmula 1 depende en buena medida de dos variables: el desarrollo técnico y la buena actuación de sus pilotos. Por eso, en una lluvia de recortes por la crisis dentro de la escudería, el sueldo de sus pilotos, Alonso y Piquet, sigue intacto. Ni siquiera se lo ha propuesto. Pero dijo hace unos días lo contrario por una cuestión de imagen frente a la crisis. Y también para quedar bien ante la FIA y demostrar que está quitándole dinero a los pilotos para bajar los presupuestos. En eso es un pionero, ya que se espera que el resto de escuderías sigan el mismo camino. Y que incluso hagan uso de la ingeniería financiera para ocultar los verdaderos ingresos de sus estrellas si al final asumen el tope salarial.

Renault F1 tiene este año menos dinero para gastar y por eso ha reducido el sueldo de sus ingenieros entre un 10 y un 15% para evitar despidos. Este año los recortes afectan también al gasto en viajes. Nadie viaja ya en clase Business, salvo el propio Flavio y los pilotos. Hasta el jefe de ingeniería, Pat Symonds, va en clase turista para disminuir los costes.

Hoy le preguntarán en la rueda de prensa a Alonso sobre si se ha bajado el sueldo y se limitará a decir que no habla de su salario. De esa manera no entra en polémicas con su jefe italiano. Respecto al desarrollo técnico del R29, Renault ha puesto en ese apartado todo el dinero posible y la escudería está muy satisfecha con su nuevo centro de dinámica de fluidos (CFD).

El asturiano no teme que haya pocos recursos en ese apartado a lo largo de la temporada, pero sí que sabe que no le vendría bien que la Fórmula 1 entrara en una batalla por ser el primero en copiar a los Brawn. Sabe que su escudería dispone de menos medios que Ferrari o McLaren para reaccionar a tiempo. Y podrían perder meses.