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Automovilismo | 500 Millas de Daytona

La lluvia coronó a un 'avispado' Kenseth

La prueba se suspendió a falta de 48 vueltas al aparecer el agua. Poco antes, al ver que chispeaba, el previsor piloto del coche 17 se puso líder tras adelantar a Sadler

<b>NADIE SE LO QUERÍA PERDER. </b>Las gradas de Daytona estaban completamente repletas en el momento en el que se dio la salida de la 51 edición de las 500 Millas.
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Según el diccionario, la suerte es una concatenación de sucesos fortuitos o casuales que benefician o perjudican a alguien. Sin embargo, la suerte también se puede buscar. Eso es lo que hizo Matt Kenseth en las 500 MIllas de Daytona. Salía el último en la parrilla y con escasas opciones de triunfo. Pero el piloto del Ford con el dorsal 17 esperó su momento y la cascada de acontecimientos sucedidos en el trióvalo de Daytona Beach, abarrotado con 250.000 espectadores.

Todo sucedió bajo el guión previsto las primeras 124 vueltas de las 200 previstas. Kyle Busch, máximo favorito, dominaba la prueba con autoridad y había pasado primero 88 veces por meta. Entonces, Dale Earnhardt Jr. tocó por detrás a Brian Vickers y se produjo una colisión en cadena que afectó a diez coches entre los que estaban Robby Gordon, Jimmie Johnson y el mencionado Kyle Busch, que terminó contra al muro. El a la postre ganador, Matt Kenseth, se libró casi de manera milagrosa de la melé.

Tras reorganizarse la carrera y volver a correr con bandera verde, otro hecho fue determinante. En la vuelta 146, Elliott Sadler lideraba la prueba cuando el ganador en 2007, Kevin Harvick, le tocaba ligeramente por detrás y Matt Kenseth aprovechaba para ponerse primero. Fue una maniobra rápida. El piloto del equipo Roush Racing no dudó. La alta previsión de lluvia rondaba su cabeza y las primeras gotas le hicieron tomar la decisión. Segundos después, Aric Almirola y Kasey Kahne protagonizaron un incidente que obligó a los comisarios a sacar la bandera amarilla. Ya no se reanudó la carrera. Seis vueltas en fila india tras el pace car de Tom Cruise y el cielo tomó su decisión. Comenzó a llover con fuerza y los pilotos llevaron sus coches al garaje.

Faltaban 48 vueltas, pero la gran cantidad de agua no auguraba nada bueno... salvo para Kenseth. Ni siquiera la aparición de los enormes ventiladores para secar la pista retrasó la decisión. Dieciséis minutos después, se hizo oficial. La edición 51 de las 500 Millas se quedaba en las 380 que habían recorrido y el palmarés añadía un nuevo nombre, el de Matt Kenseth. Sólo había liderado la prueba siete vueltas, pero fue suficiente. El segundo clasificado fue Kevin Harvick y el tercero A. J. Allmendinger. El colombiano Montoya terminó 14º.

"Ganar en Daytona significa mucho para mí. Este triunfo se lo dedico a mi familia que me acompaña en todas las carreras y para todos los esponsors que han permitido que esto sucediera. Es un momento soñado, te hace sentir alguien increíble", aseguró el flamante vencedor que se puso a llorar como un niño al saberse ganador... o cuando le informaron que recibiría más de 1,5 millones de dólares (1,17 de euros) por su hazaña.