Fórmula 1 | La intrahistoria
La guinda que le faltó a Senna
Ayrton Senna es el gran mito de la F-1. Sus tres títulos, su carisma, sus frases y su talentosa conducción unido a su trágico final en la curva de Tamburello del GP de San Marino en 1994 le convirtieron en leyenda. Sin embargo, muchos aficionados se preguntan cómo Ferrari nunca requirió de sus servicios para completar el tándem perfecto. El piloto más idolatrado al volante del monoplaza más legendario.
El paso del tiempo ha explicado lo que ocurrió realmente y la demostración de que Ferrari deseó la llegada del brasileño, pero las circunstancias y el destino lo impidieron. En 1986, el entonces director técnico de Ferrari, Marco Piccinini, se puso en contacto con Ayrton cuando corría en Lotus, pero Senna exigía demasiado dinero.
El segundo intento llegó en 1991. Tres años antes, Senna llegaba a McLaren y compartía box con Alain Prost. La batalla fue histórica y tras dos años en los que se repartieron los títulos, 'El Profesor' abandonó la escudería británica para marcharse a Ferrari. En 1990, Senna volvió a llevarse el Mundial y desde la escudería de Maranello intentaron volver a juntarlos, pero esta vez de rojo. El brasileño estaba de acuerdo, pero Prost se enteró antes de la firma y entró en guerra con los directivos de Ferrari para que se deshiciera el acuerdo.
El tercer y último acercamiento lo desveló Jean Todt hace cuatro años, diez después del trágico final de Senna: "En 1993, en el GP de Italia, en Monza, cuando hacía pocos meses que yo había llegado a la F-1, me reuní con él para hablar de su eventual futuro en Ferrari para 1995. Y tengo que reconocer que me quedé sorprendido de que un piloto de su nivel estuviese interesado en correr con nosotros ya que no estábamos en nuestro mejor momento. Pero hay que entender una cosa, que Ferrari es un mito y como tal también él tenía el sueño de correr con nosotros".
El 1 de mayo, en Ímola, se truncó todo. Ahora, Alonso está cerca de saborear la guinda que le faltó a Senna.