Espectacular encierro de los 'Toros Rojos'

Nadie allí se había visto en otra parecida. De un lado, David Coulthard y Sebastien Bourdais, pilotos de Red Bull y Toro Rosso, respectivamente. Del otro, cuatrocientos mozos pamplonicas, acostumbrados a sortear las astas de los toros, pero novatos en el arte de esquivar a un monoplaza de más de 700 CV.

Todo empezó al filo de las ocho con el tradicional cántico al patrón navarro. Hubo camisas blancas, pañuelos rojos y periódicos enrollados en la mano... Por supuesto, no faltó el chupinazo, pero cuando se abrieron las puertas de los corrales de Santo Domingo los que bramaron fueron dos toros rojos de 650 kilos que salieron al recorrido amenazando con sus alerones delanteros. Los dos bólidos cubrieron los 800 metros hasta la plaza de toros a una velocidad media de 55 kilómetros por hora. Fue un encierro limpio, sin heridos que lamentar y con un extraordinario ambiente festivo. Un bonito preludio de los Sanfermines que darán inicio la semana próxima.

Una vez en la plaza, Bourdais y Coulthard dedicaron varios trompos a los diez mil espectadores que se dieron cita en el coso pamplonica. Bourdais dijo que no se pondría delante de un toro "ni loco", y Coulthard se declaró "orgulloso de haber participado". Ya por la tarde, los dos pilotos pudieron sacar toda la potencia de sus coches en una nueva exhibición realizada en la Avenida del Ejército ante treinta mil personas. Ver los dos F-1 a más de 300 Km/h fue el final perfecto para esta original idea de Red Bull.