Alonso sale tercero hacia su primer podio

No, Fernando Alonso no iba de farol el pasado viernes. El R28 sigue su escalada. Si en Montreal el asturiano puso algo más en una pista complicadísima y se clasificó cuarto en parrilla con más gasolina que los pilotos que le rodeaban, esta vez superó a los dos BMW en un trazado convencional y al peor de los McLaren para terminar en la misma plaza de Canadá. Hamilton sólo pudo batirle in extremis, pero no le sirve de nada: penalizado con diez posiciones sale decimotercero. Fernando, tercero, es el mejor a espaldas de los Ferrari y se coloca en una posición inmejorable para firmar el primer podio del año. Raikkonen marcó la pole, la doscientos de la historia de Ferrari, y hasta pudo ahorrarse un intento y una vuelta de gasolina para la carrera. Massa cometió un error que puede haberle condenado de salida.

Robert Kubica, quinto en la parrilla de salida, será el enemigo al que tiene que contener. Y también a la estrella británica de McLaren si le sale todo de una forma óptima. En cualquier caso, delante tiene a Heidfeld y esperemos que sepa ponerle la misma resistencia que siempre muestra frente a Alonso. Algunas previsiones meteorológicas hablan de la posibilidad de tormentas, pero lo más normal es una carrera en seco y el asturiano quiere esta vez una competición normal, sin incidencias, hasta un poco aburrida.

Su estrategia es de tres paradas, con una ventana para su primera detención entre las vueltas catorce y quince. Según los técnicos de Renault, Hamilton irá a la 17 y el más largo de los Ferrari, a la 19. En todo caso, parece que al menos los cinco primeros más el inglés irán a tres detenciones, ya que la prueba es a setenta vueltas.

Fernando parte por el lado limpio y podría intentar pasar a Massa en los primeros metros, o jugársela en la horquilla Adelaida, pero puede ser baldío, porque los coches de Maranello están este fin de semana en otro planeta. Tienen a dos décimas y media a Hamilton y a algo más de medio segundo al pelotón liderado por Alonso, quinto en la Q2 a igualdad de peso con todos sus rivales a los que superó por cinco milésimas.

Esta calificación, disputada con 28 grados, elevó la moral de los fans de Renault, que aplauden a rabiar a la estrella española cada vez que está en pista. Y bajó el subidón de los BMW. Los alemanes se han encontrado con serios problemas de adaptación a la pista.

El coche es más veloz con neumáticos blandos, pero muy delicado de conducir. Ya les pasó en Turquía. En trazados de asfalto liso el monoplaza reacciona mal a los cambios de reglajes y no es tan eficaz aerodinámicamente. Heidfeld se quedó fuera ayer de la Q3 (sale undécimo por la penalización de Hamilton; Kovalainen también perdió cinco puestos por molestar a Webber) y su compañero polaco entró por los pelos y después descargó combustible para clasificarse séptimo en parrilla. Robert apartó a Nelson Piquet de entrar en la última parte de la calificación.

El brasileño sigue sufriendo a una vuelta, pero esta vez se quedó a menos de tres décimas del campeón español. Lo malo es que ayer la calificación estuvo tan igualada que en ese tiempo se le metieron cinco monoplazas. Puede sumar sus primeros puntos del año desde la novena plaza de la parrilla. Y ser otro duro rival para la remontada de Hamilton. La última carrera en la campiña francesa, bañada por el Loira, y salpicada por las vacas y los castillos puede ser la del regreso de Renault a los puestos de gloria.