Sólo los Ferrari pueden con Fernando Alonso

No es sólo un eslogan. El "¡Podemos!" ha llegado también a la Fórmula 1, al desarrollo del R28 (que ha optimizado el amortiguador inercial trasero y mejorado su aerodinámica) y a la mente de Fernando Alonso, que afila sus garras ante la posibilidad de subir al podio en la carrera de mañana. Ayer su primera jornada de entrenamientos fue excepcional, sólo enturbiada por la rotura del motor en los primeros libres. El español terminó el día con el segundo mejor tiempo absoluto sólo detrás de Felipe Massa, conseguido después de ser el más veloz en la tanda vespertina con alrededor de 30 kilos de gasolina en el depósito.

Los Ferrari iban entonces más cargados, y son los únicos coches que, sobre el papel, son en Magny-Cours más veloces. Con Kubica y Hamilton anda a la décima, pero el inglés sale retrasado y hoy el campeón ovetense intentará meter su coche tercero en parrilla. Si lo consigue, el primer cajón de la temporada es realista, no una quimera.

Se nota en su mirada y declaraciones que algo ha cambiado después de Montreal. Fernando habla ahora como si se estuviera jugando un Mundial y ha encontrado una motivación en meter a Renault como cuarto equipo en la tabla de constructores. Piensa en volver a ganar, y eso es porque comienza a sentirse cómodo en su monoplaza. Lo empieza a mover a su gusto, con agresividad en las frenadas y dureza con los bordillos, sobre los que ya intentó volar ayer para preparar la calificación. Disfrutamos de ese particular pilotaje que le permite entrar 10 km/h más rápido que su compañero Nelsinho Piquet en el vértice de las enlazadas curvas once y doce.

Ha vuelto también la retranca que Fernando tiene en los buenos momentos y hasta vaciló a los italianos con su enésima pregunta sobre el España-Italia del domingo: "El único jugador que me preocupa de Italia es Pirlo, que no juega, así que será bastante fácil. Para mí el mejor jugador de España es Iker Casillas y ¡probablemente no tengamos que usarlo! Estoy listo para la semifinal".

Mejora evidente.

No quiere decir que estemos ante un milagro, ni que pueda ganar en una carrera en seco, pero el enfoque de la temporada ha cambiado. Y mejorado exponencialmente, ahora hay que intentar rematarlo. Massa sufrió ayer una ligera contractura y Hamilton tenía unas décimas de fiebre. El inglés se salió en la curva rápida de después de meta, como su rival brasileño, y a ambos no les agradó demasiado el ensayo de la nueva norma del coche de seguridad.

Otros pilotos, como Bourdais y Rosberg también se quejaron de tener que apretar el botón de coche de seguridad que estabiliza y ralentiza la velocidad del monoplaza: "Es extraño porque te tienes que fijar en la señal y en darte prisa en apretarlo y dejas de prestar atención a la pista, donde tal vez estés pasando un accidente". El ensayo, realizado al final de la última tanda, se hizo sin coche de seguridad y los coches rodaron en tranquilo pelotón. El problema es cómo poder regular que un piloto no lo accione o se aproveche de ir más deprisa. Veremos. Pero la idea es permitir la entrada en boxes a esa velocidad reducida para evitar que el Safety hunda la carrera de nadie.