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Fórmula 1 | GP de Turquía

Alonso siempre subió al podio en Estambul

El doble campeón del mundo nunca ha ganado en la carrera turca, pero desde que se disputa ha sido segundo en 2005 y 2006 y tercero el año pasado. Es el único trazado del calendario en el que lo ha logrado

<b>BUENOS RECUERDOS. </b>Fernando Alonso siempre ha subido al podio en Estambul, y sueña con volver a hacerlo al volante del irregular R28.
AP

Sábado del GP de España, a orillas del Lago Balaton, Carlos Sainz acaba de bajar del podio como ganador del Rally de Centroeuropa, los aficionados españoles le aclaman. Más tarde, entre las voces amigas, alguien le dice: "Gran día Carlos, además Alonso sale segundo mañana". "Es un tío, a ver qué pasa", explicaba mientras pensaba en el avión que tenía que coger a las siete de la mañana del domingo desde Budapest, con escala en Múnich, para ver al asturiano. Después, ya en Montmeló, Fernando acabó en la cuneta con el motor de su R28 teñido de humo. Del segundo al abandono, el primero del año. No es lo habitual en el doble campeón del mundo español. Alonso es animal de carreras, no piloto de una vuelta, pero su coche es más propicio para milagros de un instante. Casualidad unida al talento. Para las utopías falta tiempo. Así se antoja la carrera de Estambul de este fin de semana, casi imposible para seguir en el sueño de la estadística. Alonso siempre subió al podio en el GP de Turquía, el único del calendario en el que lo ha logrado.

En 2005, tuvo lugar la primera carrera en Istambul Park, pista construida por el hacedor de circuitos Hermann Tilke, con la victoria de Kimi Raikkonen en un intento inútil por quitar un título que llevaba el nombre de Fernando Alonso, que fue segundo en esa cita inaugural por delante de Juan Pablo Montoya, que cerró el podio después de un par de errores que permitieron el adelantamiento del ovetense. Aquel día Alonso salía tercero y acabó segundo.

Un año después, segunda carrera en la ciudad del Bósforo, segunda con Renault, la temporada del segundo título del español y de nuevo segundo en el podio. En aquella ocasión ganó Felipe Massa el primer gran premio de su vida, pero Michael Schumacher, con un Ferrari superior como demuestra el triunfo del brasileño, no pudo con Alonso y se tuvo que conformar con la tercera posición del cajón. El piloto español salía tercero y acabó segundo. Animal de carreras. En el segundo repostaje, Ross Brawn y los hombres de rojo cometieron un error al intentar que sus dos coches entraran a la vez en boxes, y el germano salió detrás del Renault número uno. Aún así confiaban en que la superioridad del Ferrari le permitiera adelantar sin problemas al coche azul. Fernando tuvo que sacar la chistera, el conejo, la varita y todas sus herramientas de mago para aguantar los intentos de adelantamiento del siete veces campeón del mundo, en un duelo de generaciones que acabó con la retirada del de Ferrari a final de temporada.

Hace un año, Alonso visitó de nuevo el podio del trazado turco, como el turista que se acerca a contemplar los seis alminares de la Mezquita Azul. Esta vez bajó un escalón y fue tercero, tras Massa, segunda victoria consecutiva del irregular paulista, y Raikkonen, que aquel día no intentó arrebatar el triunfo a su compañero en otra prueba más de que el título le llegó como quien se encuentra un billete en medio de la calle.

Fernando salía cuarto y acabó tercero, pero en la primera vuelta era sexto. Después se benefició de un reventón de Lewis Hamilton, que era tercero y acabó quinto. Error del inglés, fortuna del español. Talento, suerte, planetas alineados en círculos concéntricos... es mucho lo que se necesita para regresar al podio con un coche para ser séptimo. Veremos, la utopía es el aire de los genios.