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Fórmula 1 | GP de España

Alonso acabó sexto con problemas en el coche

Los mecánicos de Renault revisaron ayer las suspensiones del R28 del español, más inconducible que el de su compañero Nelsinho. Si lo arreglan, aspirará hoy a la séptima plaza de la parrilla en la calificación

Carlos Miquel
<b>ACLAMADO. </b>Los aficionados siguen mostrando todo su apoyo a Fernando Alonso... y él corresponde.

Mañana -por hoy- las cosas irán mejor". Flavio Briatore calmó así a Fernando Alonso, disgustado con el comportamiento de su monoplaza, igual de ingobernable que el coche que pilotó en Bahrain. Casi como si no llevara las mejoras aerodinámicas de los últimos test de Barcelona. Sus vueltas más rápidas las realizó con constantes derrapadas, todo lo contrario del coche de Nelsinho, que sí se benefició de la evolución. Al menos dos décimas por vuelta había de diferencia entre ambos chasis. Pese a su pelea constante con el monoplaza, el asturiano terminó el día sexto, justo detrás de su compañero de equipo.

Por la tarde, los mecánicos del coche número cinco revisaron los trapecios de suspensión en busca del fallo de fabricación y trabajaron hasta tarde para detectar y solucionar la avería. De hecho, la escudería pidió que se les retrasara la verificación para poder arreglarlo a tiempo. Con todo en orden para la jornada de hoy, el asturiano puede intentar buscar la séptima plaza de la parrilla, a ser el primer piloto al margen de los grandes. Y aspirar tranquilamente a puntuar, porque el principal beneficio del R28B es su mayor facilidad de pilotaje. De hecho, Nelsinho pasó ayer de ser un piloto siempre al filo de la salida de pista a ir por el sitio, justo lo contrario que el bicampeón.

Ayer hubo un momento en el que los espectadores se frotaban los ojos. Ya por la mañana la estrella española conseguía su mejor registro del día, el sexto de la tanda. Pero por la tarde Alonso llegó a colocarse primero. Los 45.000 espectadores rompieron a aplaudir ante un espejismo generado a partes iguales por el menor peso que llevaba en el depósito, la timidez de unos Ferrari a los que se les ve sobrados y los tremendos apuros de los McLaren.

La asistencia de público sufrió un severo descenso en esta primera jornada de pruebas. Hubo 22.000 personas menos en las gradas de Montmeló que en 2007 y 2006, con Alonso en un equipo ganador, sin crisis económica y sin otra carrera en España. Los 45.000 espectadores de este primer día de entrenamientos libres superan por dos mil las cifras de 2003. En cualquier caso, para hoy se espera el desembarco de la gran masa de espectadores, incluidas las peñas llegadas desde Asturias, que volverán a inundar de azul y amarillo las gradas. Por otra parte, el público cada vez es más entendido y es lógico que no aprecie del todo este descafeinado formato de entrenamientos libres sin ninguna sesión clasificatoria. De las pancartas, había una que destacaba: "Flavio, gracias por rescatar a Fernando Alonso".

De los demás, son destacables las tres salidas de pista de Felipe Massa, ultrapresionado para volver a ganar en esta pista a su compañero Kimi Raikkonen. El finlandés, sin embargo, fue más veloz, aunque por poco, en uno de los trazados favoritos del irregular brasileño.

Por la mañana, el vigente campeón del mundo de Ferrari rodó repetidas veces por debajo de 1:21, algo que al monoplaza número dos le costó mucho más. Entre ambos debería estar la victoria. La baza de Felipe pasa por arrebatarle la pole a toda costa a Kimi, porque en ritmo de carrera ayer su gran rival se mostró dos décimas más rápido. Detrás, BMW y McLaren lucharán a la par por ser la siguiente fuerza de la parrilla.