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Yo digo David Alonso

Una carrera para la esperanza

David Alonso

Hace unos días, un niño decepcionado preguntaba por un asunto que no lograba explicarse: "Papá, ¿por qué Alonso ya no gana?". El padre, titubeante, le contestó: "Le han dado un coche muy malo pero el año que viene todo cambiará". El pequeño aficionado no quedó muy convencido y replicó: "Un año es mucho". Es un fastidio que nos cambien los buenos hábitos. El aperitivo y la comida de los domingos de carreras ya no saben igual. Cada vez estoy más convencido de que Briatore sedujo a Fernando Alonso prometiéndole un purasangre en vez del potro reumático que ha resultado ser el R28. Ha sido el peor comienzo del bicampeón desde que dejó Minardi con veinte años. La duda es si se trata de un enfermo terminal o si hay solución.

Los enrevesados entrenamientos de Barcelona revelaron que el paciente está saliendo del coma, reacciona al tratamiento y evoluciona bien, aunque sigue débil. Montmeló es la cita de la ilusión, la prueba del algodón para un coche decepcionante. Marcará la frontera entre sacar la cabeza del pozo o hundirla del todo. Entre la esperanza y el abatimiento. El objetivo no es ganar sino competir dignamente. En Renault prometen un cambio radical y en Enstone están trabajando más que los escoltas de la antorcha olímpica, pero eso no es suficiente porque en el resto de equipos no están tumbados al sol. Hacen falta ideas revolucionarias para avanzar y levantar el ánimo. Alonso corre en casa, en su fin de semana más emotivo del año y le dolería más que nunca desilusionar.