Fórmula 1 | Actualidad del Mundial
Ferrari rompió por un fallo de sus ingenieros
No activaron un dispositivo electrónico que permite proteger el motor por encima de los treinta grados. La nueva centralita de McLaren perjudica a los coches rojos
Un descuido de los ingenieros de Ferrari puede haber sido el causante de las tres roturas de motor que sufrieron sus propulsores. Las modernas mecánicas de los Fórmula 1 llevan un dispositivo en su electrónica para carreras de elevadísimo calor que esta vez pudo no ser activado. Según ha podido saber AS de diversos ingenieros de equipos rivales, la repetición de la misma avería de tres de las seis mecánicas de la escudería italiana no es casual. En pretemporada sólo han tenido tantas roturas en Bahrain, pero por problemas que ya han solucionado. Desde la escudería se echa la culpa a la nueva centralita única concebida por McLaren, y a los problemas para entender su funcionamiento y adaptarla al F2008. Así justifican el fallo humano de su equipo técnico.
Hay más condicionantes que han podido influir en los abandonos de Kimi, Massa y Bourdais. Los otros tres coches con motor Ferrari abandonaron por un fallo hidráulico (Adrian Sutil, que llevaba una mecánica nueva después de cambiársela en calificación) y sendos toques (Sebastian Vettel y Giancarlo Fisichella). A la escudería italiana, como al resto de sus rivales, Renault incluido, les sorprendió el subidón de temperatura entre la calificación y la carrera. Pasaron de los 24 grados del sábado a los 37 del domingo. Todos los equipos optaron por no poner en los entrenamientos oficiales las aberturas especiales de refrigeración para mucho calor. Algo que no se puede tocar entre calificación y carrera. Por eso disputaron el gran premio en la franja más alta permitida para el motor y eso pudo acelerar el peligro de avería. Tampoco Kimi, muy taponado a espaldas de Rubens Barrichello y de otros pilotos, pudo rodar con la ventaja de refrigeración que da la pista libre.
Respecto a la influencia de los pilotos, este año es mayor en varios aspectos. Ahora deben tocar en el volante las tres ruedas del diferencial para cambiar el mapa motor y simular así el efecto de un control de tracción. Es un trabajo frenético, ya que una rueda debe accionarse a la entrada del viraje, otra a la mitad y la tercera a la salida. Las cámaras a bordo demostraron que muchos pilotos, como Kimi, prefirieron no accionarlas para no caer en la distracción.
El mapeado motor de máxima potencia queda ahora en manos del piloto y es muy posible que el finlandés, acuciado por la remontada, sobrepasara el límite de vueltas a la pista permitidas por el motor para ir al máximo. La simplificación de la electrónica permite también el regreso de los errores de cambio, antes casi imposibles porque la propia centralita los impedía. Massa bajó más marchas de las debidas en la primera curva, la dio en primera en lugar de en tercera y su coche se encabritó hacia el muro. Este error del piloto brasileño realmente tampoco fue bueno para la mecánica, por ese subidón de vueltas a poca velocidad y también por los segundos posteriores hasta que pudo reanudar la marcha.