Fórmula 1 | GP de Australia
Alonso acertó la pole de Lewis Hamilton
El piloto asturiano hizo una quiniela antes de la calificación en la que él se colocó sexto, y lo habría conseguido de no sufrir una bandera roja y una avería en el diferencial. Al final, arrancó undécimo
Quince minutos antes de la calificación, Fernando Alonso le dijo a este periodista: "¿Tienes los tiempos de la última tanda de libres? ¿Qué han hecho los demás?". Le di la hoja y, con un bolígrafo comenzó a señalar cuál era, según él, el resultado que íbamos a vivir en la calificación. Sobre todo, su gran preocupación, llegar a la Q3 y el orden que podría ocupar entre los diez mejores: "Hay seis pilotos asegurados, y son los dos Ferrari, los dos McLaren y los dos BMW. Quedan cuatro puestos y veo cinco candidatos a esas plazas, Rosberg, Coulthard, Webber, Trulli y yo mismo. De esos quitamos a Jarno. A Vettel no acabo de verle en la Q3".
Era curioso cómo escenificaba la situación, con un menos (-) para los seis pilotos de los tres grandes (no cuentan porque juegan en otra categoría), un más (+) para los cuatro clasificados y una equis (x) de fallo para el italiano de Toyota. El ovetense estaba en un momento álgido de moral después de haber terminado tercero en la última tanda de libres.
Y llegó el momento de ordenar a los diez mejores. La pole se la adjudicó sin dudar a su ex compañero Lewis Hamilton, sabedor del poder a una vuelta y con ruedas nuevas que siempre han tenido los McLaren. Y también el piloto inglés. Acertó. En realidad fue en lo único que dio en el clavo. El asturiano terminó por colocarse séptimo en esa porra, aunque en un primer momento su sensación es que podía llegar a clasificarse sexto.
Sólo lo cambió cuando pensó que eso significaba salir por el lado sucio. Habría podido ocupar esa tercera fila de la parrilla de no sufrir un rosario de problemas en la segunda parte de la calificación. También los tuvieron Raikkonen, 15º en parrilla por una avería en la bomba de gasolina y Mark Webber, que sufrió una severa rotura de frenos (14º). La previsión para Kimi era de un tercero en parrilla a espaldas de Massa. Y explicó su razón: "El año pasado solía batirle en las calificaciones".
Los comisarios anularon el primer intento de Fernando por la bandera roja que provocó el australiano con su accidente. Y lo hicieron por sólo 150 metros. Al cruzar la meta Alonso vio el display de su monoplaza: 1:26.0. Ya sólo con ese registro le hubiera bastado para colocarse séptimo y poder pasar a la última parte de la calificación, la Q3. Aún hay más, a Alonso le detectaron una avería en el diferencial del monoplaza que le costó dos décimas por vuelta. Su intento final, de 1:26.188, debería haber sido de 1:25.9 sin esa rotura. Sexto por detrás de Heidfeld. El resultado final fue 12º, sexta fila de la parrilla, aunque los posteriores problemas de cambio de Glock y su sanción por estorbar a un contrario le hicieron ganar una posición en la parrilla, undécimo.
En el papel garabateado con sus pronósticos, Alonso le otorgó un quinto a Kubica y un sexto a Heidfeld. También se equivocó, porque los BMW, agazapados todo el fin de semana, fueron un tiro. El polaco, más ligero de gasolina, le habría arrebatado la pole a Hamilton de no pegarse una tremenda excursión en la chicane rápida. Al final, con sus grandes rivales en la arena, Hamilton consiguió su primera pole de la temporada, culminada con una chulería dialéctica: "Podría haber hecho un tiempo mejor de no tener cerca durante unos tres segundos a un Williams".