Fórmula 1 | GP de Australia
Hamilton fue el que más se salió
El viento, la falta del control de tracción y la suciedad de la pista provocaron muchos fallos
No ganaremos, pero al menos nos vamos a divertir. Ésa es una de las frases más repetidas entre los aficionados españoles a la Fórmula 1. Es una manera de ver las cosas. Parece cierto que Fernando Alonso tiene, al menos en estos momentos, nulas posibilidades de subirse a ningún escalón del podio, sea más alto o más bajo, pero toda la afición espera que su doble campeón aproveche la supresión del control de tracción para exhibir su talento.
De momento la ausencia de ayudas electrónicas, entre otros factores, provocó ayer numerosas salidas de pista en los primeros entrenamientos libres de la temporada. Uno de los que en mayor número de ocasiones visitó la hierba del circuito de Melbourne fue Lewis Hamilton. El británico va a por todas desde la primera vuelta y en ocasiones su pilotaje resulta excesivamente brusco para lo que puede admitir su McLaren. Pero no fue el único, desde luego. También Fernando Alonso hizo un par de excursiones a la grava roja de Albert Park. El fuerte viento racheado y la suciedad de la pista (el circuito australiano es semiurbano y sólo se celebra una carrera al año por lo que apenas tiene agarre), fueron otros elementos que contribuyeron a que los pilotos no pudieran controlar sus bólidos.
También Nick Heidfeld, Adrian Sutil, David Coulthard, Nico Rosberg, Sebastien Bourdais, Giancarlo Fisichella, Takuma Sato o Kazuki Nakajima tuvieron fallos que les obligaron a salirse del asfalto en uno u otro momento.
Pero ninguna de las salidas tuvo consecuencias graves. Sólo Nelsinho Piquet, que sufrió un trompo a causa de un fallo en la caja de cambios de su R28, hizo que tuviera que aparecer la bandera roja en la primera sesión. Veremos en carrera...