Alonso puja por acabar tras Ferrari y McLaren

Un compañero definió a la prensa española de los circuitos en dos grupos: pintorescos y valvulistas. Es decir, unos son los que se fijan más en el impresionante ambiente de las carreras y las sensaciones de Fernando Alonso, y otros representan a la más especializada en Fórmula 1, que intenta analizar al dedillo los entresijos de un deporte tan complejo. Las caras entre los más afamados cronistas de los diarios de información general eran ayer un poema. Y es que el bicampeón asturiano terminó decimotercero la segunda tanda de entrenamientos libres después de varias excursiones por la grava de Albert Park.

Amparados en la creencia de que los tiempos de pretemporada no sirven, buena parte de los periodistas esperaban, como en el fondo anhelamos todos, que en Melbourne los indicios de Barcelona no se cumplieran. No ha sido así. El coche tiene buen ritmo con neumáticos usados y es malo a una vuelta con ruedas nuevas. Pero la jornada no fue tan mala porque al menos deja abierta la posibilidad de que Fernando pueda luchar en carrera por ser el primero a espaldas de los todopoderosos Ferrari y McLaren. La quinta plaza en competición es posible, siempre y cuando lograra salvar en la calificación, disputada la pasada madrugada, la terrible barrera del paso a la Q3. Salir más atrás de los diez primeros le alejaría automáticamente de los primeros puestos.

Noveno en el total del día, al menos rodó a la par de los BMW en las tandas largas. Con un mejor registro del asturiano de 1:28.779 en una serie de ocho vueltas batió en una décima a Robert Kubica y se quedó a otra décima de Nick Heidfeld. Se supone que la escudería alemana iba muy cargada de gasolina, pero Renault también. El F1.08 no es, en cualquier caso, un coche fácil de reglar y debería mejorar con el paso de las vueltas. En la sesión matutina, Fernando terminó sexto a unos terribles 1,9 segundos de Kimi Raikkonen y 1,4 de Lewis Hamilton y Felipe Massa. De los coches normales sólo le superó Mark Webber, descargado de gasolina y con ganas de agradar a su público. El australiano era, a priori, candidato a calificar muy arriba. Por la tarde, el tráfico impidió al ovetense bajar su tiempo. Timo Glock se salió delante suyo y, según los cálculos del equipo, eso le habría permitido meterse entre los seis o siete mejores. El ovetense no tiene margen para fallar. Al más mínimo descuido le pasarán cuatro coches.

Hamilton levantó las ovaciones de la abotargada prensa inglesa (el jet lag pesa lo suyo) después de marcar el mejor tiempo en la segunda tanda del día con una buena descargada de combustible y una de sus famosas vueltas al límite. Kimi, retrasado por la tarde, se quejó de problemas en los reglajes y de que les quedaba mucho trabajo por delante. En el total del día el mejor tiempo fue suyo. Mientras el vigente campeón no marcaba grandes registros, Massa le endosaba casi dos décimas en ritmo de carrera al subcampeón británico.

En el box de las Flechas de Plata reina el optimismo porque están mejor de lo que pensaban, y con mucha igualdad con neumáticos nuevos a una vuelta. En carrera dio ayer la sensación de que Kimi tiene algo guardado. El finlandés es el indiscutible favorito para la carrera de la próxima madrugada (05:30, Telecinco y TV3), en la que Alonso puede y debe ser el gran animador. Sus ensayos de salida en la pretemporada han sido meteóricos. No se la pierdan.