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Fórmula 1 | GP de Australia

Fernando salió de su R28 en 8,4 segundos

Realizó ayer la prueba en la que tienen dos intentos para salir del coche, quitar el volante y volver a ponerlo en menos de diez segundos

Carlos Miquel

Siempre he tenido la duda de qué pasaría si no logro pasar esa prueba después de dos intentos. ¿Acaso no me dejarían correr?". Fernando Alonso bromeaba ayer minutos antes de realizar uno de los requisitos imprescindibles para competir en Fórmula 1, el test de salida de un monoplaza. Por seguridad, un piloto debe desconectar el volante de la dirección, soltarse el cinturón, salir del monoplaza y volver a dejar el volante instalado en su sitio en menos de diez segundos. Si no lo consigue, corre el riesgo de perder la superlicencia.

El jueves del GP de Australia fue también el del peregrinaje de pilotos titulares y reservas por los boxes para realizar la prueba delante de los comisarios. A su regreso del test, el asturiano bromeó con su tiempo de salida del Renault R28, 8,4 segundos. Es decir, 1,6 segundos por debajo de lo que exige el reglamento, y a la primera: "Lo más curioso es tener que volver a colocar el volante, si un coche se está incendiando en lo primero que piensas es en marcharte cuanto antes y dejas tirada esa pieza. Es lo más lógico".

El buen humor fue la nota reinante de este reencuentro con las carreras. El verde paddock de Melbourne, el único que puede presumir de hierba natural y de terracitas camperas, presenció las repetidas conversaciones entre Robert Kubica y Alonso, dos amigos inseparables de las carreras, que se encuentran fuera de los grandes premios para competir en kart. En uno de esos encuentros saludó al español un sonriente Mario Theissen, el jefe de BMW y uno de los más profundos admiradores que el bicampeón tiene en las carreras.

La relajación del piloto de Renault contrastaba con el andar marcial de Lewis Hamilton. Después de jugar en la playa con Heikki Kovalainen a lanzar el boomerang, el inglés llegó al circuito como auténtico polo de atracción de los fotógrafos, y lo cierto es que no hay metro que camine sin que alguien quiera una instantánea suya.

Fernando, como doble campeón del mundo, sigue siendo una pieza bastante codiciada, también por los aficionados australianos, pero abandonar un grande como McLaren y el cartel de favorito para el título esta temporada, le ha servido para respirar un ambiente de mayor tranquilidad en su primera cita con el Mundial 2008.

La de Albert Park será una carrera marcada por el calor, con 38 grados ayer en los termómetros y la duda de si esa alta temperatura vendrá en ayuda de la inferioridad mecánica de monoplaza del español. Tal vez pueda servirles para extraer más rendimiento a los neumáticos.