Le ponemos mucho amor a las motos

Estoy encantado con la victoria que consiguió mi sobrino Fonsi en Qatar y, lo que es más importante, con el carrerón que firmó. Cruzó la meta delante de pilotazos del nivel de Xaus, Biaggi o Bayliss, con un margen de sólo tres décimas. Me gustó mucho su final de carrera, un arte que él domina bien. Yo, por suerte, sé lo que es ganar muchas carreras que se han decidido en la última vuelta, y la satisfacción así es mayor. Ganar por tan poco margen es un puntazo, porque supone que todos han echado el resto y esas victorias son las que escribes luego en tu libro de historia. Su triunfo llega gracias a que ahora por fin tiene un buen equipo y una buena moto, porque el talento siempre lo ha tenido. Lo demostró el otro día con ese don especial que tiene para ir rápido al final.La razón por la que no ha ganado antes en las Superbikes es que se ha tirado tres años sin material, por eso el triunfo nos ha sabido a gloria a todos. Y a él más, que llevaba muchos años sin tocar pelo. Esto demuestra que ningún piloto con 29 años, con su experiencia y los carrerones que lleva a sus espaldas (en 250 tuvo días de gloria), puede estar acabado. Los deportistas no se acaban tan pronto y lo que tiene que hacer ahora es seguir delante. Así no hay críticas y a ver si en entre todos conseguimos que se llegue a esa bonita cifra de las cien victorias de los Nieto. Estoy muy ilusionado con que mi hijo Pablo pueda volver a ganar en 125. Y en el equipo está con él mi hijo mayor, Gelete. Unos hemos tenido más suerte que otros, pero nadie puede negar que los Nieto le ponemos mucho amor a las motos.

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