Fórmula 1 | Llega el ensayo general de Melbourne
Dos décimas de mejora para el R28 de Alonso
Ése es el beneficio que Renault espera encontrar en la aerodinámica que el asturiano estrenará desde hoy en los últimos test de pretemporada en Montmeló. Allí se reencontrará con Michael Schumacher, y se enfrentará a Kimi y a Hamilton
Sólo la lluvia prevista en Barcelona para dos de los próximos tres días puede deslucir el gran duelo morboso de la pretemporada: vuelve el retirado heptacampeón Schumacher para medirse con sus dos sucesores, Fernando Alonso y Kimi Raikkonen. Entre los tres, nada más y nada menos que diez títulos mundiales. El regreso de Michael es algo más que una tremenda maniobra mediática, el 'Kaiser' estará hoy, mañana y pasado aconsejando a su escudería sobre cómo mejorar los puntos débiles del F2008. Hasta ahora, lo malo de este auténtico Halcón Milenario de las carreras es que se rompe con demasiada facilidad. Badoer tuvo el último disgusto del invierno al no poder cumplir el simulacro de gran premio del pasado viernes por una fuga de aceite.
El gran damnificado de esta operación es Felipe Massa. La escudería italiana, que ha alegado querer dar un descanso esta semana al brasileño, reservó un día más la pasada semana sólo para que su piloto titular cumpliera así su programa de pruebas. Para el último y decisivo ensayo antes de Melbourne, la escudería ha preferido tirar de un piloto retirado, aunque tenga la sabiduría del germano.
Fuentes del equipo comentan en voz baja que al piloto de Sao Paulo no le ha gustado la medida y le ven nervioso porque su vuelta a vuelta es bastante peor que el de su compañero finlandés, ahora que no tiene la ayuda del control de tracción, y sobre todo, del freno motor electrónico en las apuradas.
Se ha agrandado la distancia entre ambos pilotos, igual que esa falta de ayudas delata más la diferencia entre Alonso y Nelsinho Piquet. En Renault esperan ansiosos el kit aerodinámico que llevarán en Australia y que al fin probarán en Barcelona, que consiste en un nuevo alerón delantero, otro posterior y retoques en los deflectores.
Es el primer paso, aunque no muy profundo, de la escudería francesa, y calculan que puede darle una progresión al asturiano de dos décimas por vuelta. Su misión es, sobre todo, mitigar el subviraje (derrapa del tren delantero) congénito del nuevo monoplaza. Esto le permitirá ganar en agilidad y ser más constante en las tandas largas de vuelta. Después del 1:21.4 de Massa del viernes, y el 1:22.3 que debería haber firmado Alonso antes de sufrir una avería el jueves, la distancia de Ferrari es muy alta, de nueve décimas por vuelta a igualdad de peso. Con las nuevas mejoras, el R28 puede colocarse a unas siete décimas en Barcelona. Y mantener las entre tres y cuatro décimas en ritmo respecto a McLaren y BMW, las siguientes escuderías, que también estrenan aerodinámica.
Todo esto sin solucionar la deficiente capacidad de tracción del monoplaza, su gran hándicap. Para alcanzar mayor agarre en aceleración están trabajando en una nueva suspensión trasera que no piensan estrenar hasta el GP de España. Con ella también podrán mejorar a una vuelta.