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Fórmula 1 | La pólemica no cesa

Mosley perseguirá a los aficionados racistas

El presidente de la FIA pretende identificar a quienes exhiban actitudes xenófobas en los circuitos e impedirles el acceso al resto de las competiciones del Mundial. Y también recuerda a los organizadores el riesgo de perder sus grandes premios

<b>ATACADOS. </b>Anthony Hamilton, el padre de Lewis, ya denunció en China 2007 que su hijo había recibido insultos de unos aficionados, supuestamente españoles.

Las primeras valoraciones de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) sobre los insultos racista a Lewis Hamilton en el circuito de Montmeló las realizó un portavoz anónimo del organismo en 'Autosport'. Y aunque ya expresaban, lógicamente, un rechazo tajante a este tipo de comportamientos aislados en la Fórmula 1, no fue hasta ayer cuando Max Mosley, presidente de la FIA, se ha pronunciado al respecto. Y lo hizo con rotundidad en 'The Sunday Times': "Este tipo de actitudes son contrarias al espíritu del deporte. Una de las cosas que más me atraen de los deportes del motor es que nadie te cuestiona por tu pasado, raza, sexo o religión. En las carreras lo único importante es ser lo más rápido que puedas. Por eso los equipos y los aficionados han estado siempre juntos hasta ahora sin problemas".

Y su objetivo es que continúe siendo así, para lo que está dispuesto a tomar todas las medidas necesarias: "Si esta clase de aficionados van a Australia y se comportan de un modo similar, serán arrestados, controlaremos sus nombres y sus números de pasaportes y no podrán entrar a un gran premio en ningún otro país".

Una severa advertencia que hizo extensible a los organizadores de las pruebas del Campeonato del Mundo: "Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para detener este hábito. Todo apunta a que se trata de casos aislados, del comportamiento de sólo unos pocos; si es así, debemos detenerlos de inmediato. Pero si se trata de algo más generalizado, habrá sanciones y podremos plantearnos eliminar esos grandes premios del calendario".

La preocupación de Mosley tiene, además, un antecedente relacionado también con Hamilton y que reveló en estas mismas declaraciones: "Anthony Hamilton vino en China a decirme que su hijo había sido gravemente insultado por algunas personas. Y no eran aficionados chinos, sino algunos de los que habían viajado desde España".

Aunque el presidente de la FIA no reveló los datos de que dispone para concretar con tanta exactitud la procedencia de esos espectadores, sí que aprovechó para lanzar un serio aviso al GP de España: "Debemos darles una oportunidad para que demuestren que son casos aislados y que están bajo control, que no habrá reincidencias. Pero también deben tener muy claro que no seremos tolerantes con este grave asunto".

En esa línea, la FIA tiene previsto realizar una campaña de educación contra el racismo en coincidencia con la carrera de Cataluña (el fin de semana del 27 de abril). Para ello han contactado ya con otras entidades europeas del mismo estilo (principalmente del mundo del fútbol) y confían en contar con la colaboración incondicional de la Federación Española.