Fórmula 1 | Campeonato del Mundo
Alonso no quiere entrar a las bravatas de Hamilton
Se presenta hoy en París en su retorno a Renault, hablará ante la Prensa del R28 y no piensa contestar a su ex compañero británico. Entre las novedades estrenará patrocinador personal, Silestone, en mono y casco
E l hijo pródigo regresa a casa y celebra hoy en París la fiesta de su segundo matrimonio con Briatore y Renault. La primera etapa comenzó en la Plaza de San Marcos de Venecia. Ese 6 de febrero de 2001, entre sorprendidos turistas y pertinaces palomas, Flavio Briatore sentenció el futuro de Fernando Alonso con una frase que ha hecho historia: "Le hemos fichado para que sea campeón con nosotros". Así fue. El primer paso de ese largo camino fue cederle en su primera temporada a Minardi y hacerle probador en el segundo. Siete años después, Fernando es el salvador en el que confía el magnate italiano para devolver a la escudería francesa a los puestos de gloria que perdió en el aciago 2007.
El problema es mejorar a lo largo de la temporada un monoplaza, el R28, que no ha nacido campeón. La escudería francesa ha prometido un enfoque más agresivo en el desarrollo del coche que el parsimonioso de las temporadas 2005 y 2006. Entre otras cosas, porque han iniciado la pretemporada a seis décimas por vuelta de los Ferrari. El primer juez será Montmeló, donde podrán compararse el próximo fin de semana a los McLaren, que están a tres décimas.
La estrella asturiana, que llegó ayer a París y se hizo las fotos oficiales, comparecerá en rueda de prensa ante medio millar de periodistas, sesenta de ellos españoles. Como es lógico, recibirá preguntas sobre las últimas provocaciones de Hamilton, pero su intención es no entrar al trapo. El inglés aceró hace unos días sus críticas al español: "Alonso me enseñó el año pasado cómo no debe comportarse un piloto". Como la lista de agravios de Lewis es interminable y significaría para el bicampeón tener que entrar en los detalles que se comprometió a no desvelar de su pasado en McLaren, el pupilo de Dennis sólo recibirá el silencio como respuesta. El ovetense no recordará públicamente la sanción contra su equipo que provocó su ex compañero en Hungría, la segunda investigación después de la de Mónaco o esas declaraciones en las que pedía que se fuera de McLaren.
Entre las novedades de la presentación, Fernando estrenará un nuevo patrocinador en su mono y el casco, Silestone, en un acuerdo de dos años. Se trata de una empresa multinacional de losas de cuarzo y encimeras de cocina con sedes en cuatro continentes. También veremos la entrada del Banco Santander en Renault y junto al asturiano a través de su nueva filial universitaria, Universia. Una operación muy costosa para la entidad que preside Emilio Botín porque, debido a la incompatibilidad con ING Direct, en los monos de los pilotos no estará presente símbolo alguno que recuerde lejanamente al banco. Su contrato vigente con McLaren también ha sido una importante traba. Y la obsesión es intentar, a través de una importante campaña publicitaria, no convertirse en el enemigo número uno de Alonso en España. Su nombre está en los alerones traseros de Hamilton y Kovalainen.
La Mutua Madrileña no estará hoy en la presentación porque aún no ha logrado desvincularse de las Flechas de Plata. Y tampoco un par de patrocinadores personales que no pueden firmar hasta después del GP de Australia. Son las secuelas del breve idilio roto con McLaren.